Libre por 500 dólares el presunto encubridor del narco más buscado
Rodrigo Vallejo, cuya detención obligó a su padre dejar la gubernatura de Michoacán, había sido filmado con La Tuta
El escándalo que provocó la dimisión del gobernador de Michoacán —la región mexicana que fue escenario del alzamiento de las autodefensas— y sumió al Estado en una grave crisis de confianza en sus instituciones ha quedado saldado esta semana. Un juez decidió que las autoridades habían violentado las “garantías individuales” de Rodrigo Vallejo Mora, hijo del exgobernador Fausto Vallejo Figueroa (del Partido Revolucionario Institucional, PRI). El padre dejó el cargo después de que un vídeo mostrara a su hijo en una animada conversación acompañada con sendas cervezas con el temido Servando Gómez La Tuta, líder de Los Caballeros Templarios, uno de los criminales más buscados de México y capturado apenas en febrero pasado. Cuando se conocieron las imágenes, fue Vallejo Mora fue encarcelado. Ocho meses después, ha quedado libre tras pagar una fianza de menos de ocho mil pesos, poco más de 500 dólares. Menos de lo que cuesta un iPhone 6.
El juicio por encubrimiento, el delito por el que se acusa a Vallejo Mora, continúa. Las imágenes mostraban que el hijo del gobernador de Michoacán mantenía vínculos constantes con el capo que en un momento se convirtió en el más buscado de México. La Procuraduría General de la República presentó ayer un recurso para apelar su libertad. Pero desde que Vallejo Mora dejó la cárcel, el fin de semana pasado, se desconoce su paradero. El padre no ha hecho ninguna declaración al respecto, y su abogado, Everardo Moreno, ha dejado claro que “no hay indicios ni evidencias de que haya obtenido ventaja o beneficio alguno por entrevistarse con La Tuta”.
El abogado insistió en que Vallejo Mora no denunció a las autoridades dónde se hallaba su compañero de mesa porque “no sabía dónde se encontraba. […] Él niega poder dar información, no porque no la quiera dar, sino porque no la tiene”.
Los primeros señalamientos contra Vallejo Mora, no obstante, se remontan a tiempo antes de que la difusión del vídeo provocara su encarcelamiento. La actual candidata a la gubernatura de Michoacán y hermana del expresidente Felipe Calderón, Luisa María Cocoa Calderón, le acusó en octubre de 2013 de que mantenía una cercana relación con Los Caballeros Templarios, el cartel dominante en Michoacán. El gobernador Vallejo respondió entonces que Calderón estaba “enferma del alma” y que no había superado que le ganara en las elecciones de 2011, las mismas que, a través de los vídeos de la Tuta, mostrarían que existía una sofisticada red de vínculos entre los políticos michoacanos y Los Caballeros Templarios. La Tuta, por su parte, respondió con un vídeo en el que aseguraba que asesores de la política le habían buscado durante su anterior campaña, en 2011.
El abogado de Vallejo Mora: “no hay indicios ni evidencias de que haya obtenido ventaja o beneficio alguno por entrevistarse con La Tuta”.
La conversación entre La Tuta, del quien el Gobierno federal decía que estaba tan escondido que andaba en burro por los rincones de Michoacán, y Rodrigo Vallejo Mora se alarga por 18 minutos. Hablan, mientras beben un par de cervezas, de la salud de su padre, entonces hospitalizado en EE UU y de la estructura de poder en Michoacán. "Yo quiero formar un grupo para la empresa; cualquier cosa personal de los de hasta arriba, o cualquier cosa que no se quiera llegar a mezclar o los vayan a mezclar", es lo último que dice en la grabación.
El periodista Carlos Loret de Mola afirmó en diciembre que había visto “tres vídeos” al hijo del exgobernador priista michoacano y que en uno de ellos incluso aparece armado. Hoy, a más de dos años del alzamiento de las autodefensas en contra del cartel de Los Caballeros Templarios, el juicio en contra de Rodrigo Vallejo Mora continúa, pero él lo seguirá en libertad, lejos de la cárcel en la que permaneció ocho meses y de la que salió por 500 dólares. Menos de lo que cuesta un iPhone 6.
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