Egipto exige a los turistas individuales que lleven visado desde el origen
La medida no afecta a quienes visiten el país con un tour operador
A partir del próximo 15 de mayo, los viajeros españoles que deseen visitar Egipto por su cuenta deberán solicitar un visado en una embajada egipcia en el exterior, de acuerdo con la nueva normativa anunciada por las autoridades egipcias esta semana. La medida resulta sorprendente, ya que puede minar los esfuerzos del propio Gobierno egipcio para reactivar el turismo, una de las principales industrias del país que sufrió un duro golpe por la inestabilidad política que siguió a la revuelta que depuso al exdictador Hosni Mubarak.
Siendo Egipto un centro turístico internacional gracias a su rica historia e impresionantes monumentos, hasta ahora era posible comprar un visado de 15 días en el mismo aeropuerto de El Cairo para los ciudadanos de una serie de países, como EE UU, Rusia o los pertenecientes a la Unión Europea, entre otros. Este sistema continuará en vigor para aquellos turistas que visiten el país con un viaje organizado por un tour operador.
La mayoría de turistas que visitan el país lo hacen en grupos, aseguran las autoridades
Las autoridades aseguran que el impacto sobre el sector será limitado, porque la mayoría de turistas que visitan el país lo hacen en grupos. Sin embargo, la decisión ha sido duramente criticada por los empresarios del sector turístico, que representa más del 10% del PIB del país, pues llega en un momento en el que estaba iniciando su recuperación. “Sin duda, va a tener un efecto. Antes de 2011, un 25% de los turistas venían por su cuenta. Ahora la cifra se sitúa en un 15% o 20%. O sea, que estamos hablando de unos dos millones de personas. Es un volumen importante”, sostiene Hisham Zazou, exministro de Turismo.
La decisión, que es fruto de meses de deliberaciones, fue anunciada poco antes del atentado terrorista que tuvo lugar en Túnez el pasado miércoles y que segó la vida de una veintena de turistas. Precisamente, las autoridades señalan la amenaza yihadista como el razonamiento que hay detrás de la nueva normativa, pues permitirá examinar el historial de los visitantes. Desde el golpe de Estado de verano de 2013, Egipto padece los azotes de una insurgencia islamista que ha provocado la muerte de centenares de agentes de las fuerzas de seguridad.
El sector turístico representa el 10% del PIB del Egipto
No obstante, una fuente gubernamental aseguró a la agencia Reuters que la verdadera motivación de la nueva regla era evitar la entrada al país de activistas defensores de los derechos humanos, que han expuesto la existencia de abusos sistemáticos en comisarías y cárceles. Esta explicación resulta plausible, pues desde la llegada del régimen liderado por el general Abdelfatá al Sisi se ha impedido la entrada al país a figuras como Tawakol Karman, la activista yemení que ganó el premio Nobel de la Paz en 2011, o Michele Dunne, una analista estadounidense crítica con el Gobierno egipcio.
Además, los grupos yihadistas egipcios no están compuestos por extranjeros, con la excepción de algún militante palestino llegado de Gaza. Aquellos extremistas que desean entrar en combate más allá de sus fronteras suelen escoger Siria o Irak para poder defender el llamado "califato". Sea como fuere, el movimiento pone de manifiesto la enorme ascendencia del Ministerio del Interior y los servicios de seguridad en la toma de decisiones del Gobierno egipcio.
A causa de la convulsa transición que experimentó Egipto tras la revolución del 2011, los ingresos por turismo cayeron desde los más de 10.000 millones de euros en 2010 a cerca de la mitad en 2013. No obstante, con la excepción de un ataque a un autobús que se dirigía a Israel, no se ha producido ningún ataque contra turistas extranjeros en Egipto desde hace años. El principal blanco de la violencia yihadista han sido las fuerzas de seguridad, si bien recientemente ha habido también varios ataques contra intereses comerciales.
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