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Costa Rica mantiene la calma pese a las erupciones del volcán Turrialba

El presidente Solís evitar declarar emergencia, pero suspende viaje programado a Europa

Vista del amanecer con el volcán Turrialba de fondo.
Vista del amanecer con el volcán Turrialba de fondo.Jeffrey Arguedas (EFE)

Después de erupciones incandescentes en la noche del viernes y de haber bañado en ceniza al área metropolitana desde el jueves, la actividad del volcán Turrialba ha bajado su intensidad y permite a autoridades y a la población retomar la calma, aunque los expertos mantienen un monitoreo constante. No descartan mayor actividad volcánica visible para pobladores, turistas y fotógrafos maravillados con las enormes columnas grises en lo alto de las montañas verdes. Ubicadas 70 kilómetros al este de San José.

El presidente Luis Guillermo Solís ha reiterado que hay razones suficientes para mantener la tranquilidad en zonas aledañas al volcán Turrialba y en las ciudades, aunque ha anunciado e conferencia de prensa la posposición de un viaje oficial que tenía programado a España, Francia y Roma, donde se reuniría con los respectivos gobernantes. Tenía programado salir al final de la jornada del aeropuerto internacional Juan Santamaría, que desde el viernes por la tarde opera con normalidad después de suspender 111 vuelos entre jueves y viernes.

“No hay inminencia de un evento mayor en el Turrialba, pero he tomado la decisión de posponer el viaje previsto para esta semana. Los objetivos nacionales y la tranquilidad de la población están primero que cualquier cosa”, declaró Solís en conferencia de prensa, sin atender la solicitud de algunos sectores que le piden declarar estado de emergencia.

En las cercanías se han percibido retumbos en los momentos de al menos siete erupciones registradas

Lo que emitió la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) fue una alerta amarilla para cantones aledaños al volcán, ubicado en la Cordillera Volcánica Central. En las cercanías se han percibido retumbos en los momentos de al menos siete erupciones registradas, pero pocos lugareños han debido salir y los efectos sobre el resto de la población se limitan a la caída de ceniza sobre las ciudades del Área Metropolitana, donde vive cerca de un millón de personas. Las condiciones ventosas han ayudado a expandirla.

Los que sí han alterado su vida son los equipos de volcanólogos de las dos universidades principales de este país de alta actividad volcánica, con presencia de siete macizos activos y más de 200 documentados en un territorio de solo 51.000 kilómetros cuadrados, equivalente al 2,6% de México o al 10% de España. El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) reportó este sábado actividad sísmica y el bloqueo del conducto por donde el volcán emana gases, ceniza y rocas; entonces la presión provoca grietas por donde sale material de manera más violenta. Fue lo que vieron los costarricenses el viernes por la noche en las tomas de los telediarios enlazadas a las cámaras de monitoreo de los científicos, con imágenes de material incandescente, sin evidencias de que haya sido lava. “Por eso, a pesar de la calma que se observa en estos momentos en el Turrialba, más erupciones son esperables”, se lee en el último comunicado del Ovsicori. El experto Raúl Mora, geólogo de la Universidad de Costa Rica, lo dejó claro en una entrevista con la prensa: “no importa si hay lava o no; el volcán es peligroso”.

Los científicos presentan al Turrialba como un volcán en pleno despertar desde el 2010, después de 150 años de inactividad. A su alrededor abundan pastizales y campos de cultivos, muchos de ellos marchitos por la llamada “lluvia ácida” volcánica. El conjunto de tres cráteres del Turrialba ha hecho erupciones de manera regular en los últimos cinco años, como la ocurrida en octubre pasado y como la serie de emanaciones que se activó este jueves, magnificada por el alcance de la ceniza sobre las ciudades y por la decisión de autoridades de suspender por casi 24 horas los vuelos del principal aeropuerto del país.

En las cercanías del volcán, en el alto distrito Santa Cruz del cantón Turrialba, la población y comerciantes se valen del parque nacional, de los paisajes de montaña de la producción de queso para atraer turismo. Los visitantes, sin embargo, se limitan en estos días a curiosos y fotógrafos –profesionales o aficionados- que desean captar las imágenes de la nube gris disparándose hacia el cielo despejado, usual en esta época del año en Costa Rica.

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