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Berlín y París median con urgencia ante Ucrania para frenar la guerra

Merkel y Hollande, que son contrarios a rearmar a Kiev, viajan este viernes a Moscú

La canciller Merkel y los presidentes Poroshenko y Hollande.Foto: reuters_live | Vídeo: Reuters-LIVE!
Pilar Bonet

Ante la mortífera escalada bélica en el este de Ucrania, la diplomacia occidental se ha movilizado con una misión de paz destinada a asegurar que se cumplen los 12 puntos de los acuerdos alcanzados el pasado septiembre en Minsk entre Ucrania, Rusia y los separatistas prorrusos bajo la égida de la OSCE. El presidente François Hollande y la canciller Angela Merkel, viajaron el jueves a Kiev, donde se entrevistaron durante más de tres horas con el presidente ucranio Petró Poroshenko. De Kiev, ambos se desplazarán este viernes a Moscú para entrevistarse con el presidente ruso, Vladímir Putin. Tras su cita con el líder ucranio, no comparecieron ante los medios de comunicación, en contra de lo que habían planeado los responsables de prensa de la presidencia ucrania.

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En la reunión entre Hollande, Merkel y Poroshenko podrían haberse evidenciado discrepancias, en el caso de que Hollande y Merkel hubieran abogado por el envío de un contingente pacificador de la ONU para el este de Ucrania. Kiev se ha opuesto hasta ahora a la presencia de cascos azules internacionales en sus regiones orientales, por entender que eso supondría una internacionalización del conflicto y tal vez su enquistamiento durante muchos años. Esta semana en Kiev, Poroshenko confirmó a esta corresponsal que Ucrania no desea pacificadores internacionales.

Sin embargo, en Moscú, el portavoz oficial del ministerio de Exteriores de Rusia, Aleksandr Lukashevich, dijo que especialistas de este departamento están estudiando la posibilidad de un contingente pacificador de la ONU para el este de Ucrania, según informó la agencia Interfax. Según Lukashevich, el tema se aclarará durante la visita de los líderes de Francia y Alemania a Moscú el viernes. No es descartable que Hollande y Merkel hayan intentado convencer a los dirigentes ucranios de la conveniencia de revisar sus posiciones, dado que Ucrania no controla sus fronteras orientales, el conflicto está de hecho internacionalizado y el nivel de violencia es creciente y difícil de tolerar en una región europea. “Los ucranios se han opuesto al envío de tropas de la ONU, pero si no se dan prisa, tal como van las cosas, tal vez mañana vayan a tener que vérselas con pacificadores rusos, que se instalarán en la región de Donbás durante años”, señalaron a esta corresponsal medios diplomáticos occidentales en Kiev. Los separatistas no se oponen a un contingente pacificador, siempre que haya un alto el fuego, según dijo Denís Pushilin de la autoproclamada República Popular de Donetsk.

En Berlín, la oficina de la canciller alemana aclaró en un comunicado que las conversaciones en Moscú se basarán en los puntos del acuerdo de Minsk. De hecho, un contingente pacificador podría suponer una garantía de cumplimiento de los acuerdos en cuestión.

Obama decidirá si envía armamento tras consultar con Alemania

Tras las reuniones de Kiev y Moscú, seguirán los contactos diplomáticos en la Conferencia de Seguridad de Múnich. Tras esta semana de discusiones y debates vendrá otra que podría producir decisiones, en concreto la de facilitar o no armas letales a Ucrania. Obama la tomará tras consultar antes con Merkel, según dijo en Kiev el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, quien llegó por la mañana a la capital ucrania. Merkel viajará a Washington el lunes y tanto ella como Hollande son contrarios a que les sean entregadas armas letales a Kiev.

En la capital de Ucrania Kerry respaldó las reformas en Ucrania y prometió 16 millones de dólares en ayuda humanitaria para la región del Donbás (las provincias de Lugansk y Donetsk). El alto funcionario ofreció también garantías estatales para un crédito de 1.000 millones de dólares a Kiev para avalar las reformas.

Kerry emplaza a las autoridades rusas a dejar de apoyar a los separatistas

Según el secretario de Estado norteamericano, el plan que Francia y Alemania llevan a Moscú es una contestación a propuestas formuladas por Putin. Moscú ha intentado alterar los documentos firmados en septiembre en Minsk con el fin de que se trace una nueva línea de contacto, a partir de la cual las fuerzas de Kiev y los separatistas prorrusos deben retirar su equipo pesado 15 kilómetros de las líneas de frente. Esta nueva línea, exigida por los insurgentes, parte de las posiciones actuales, que son distintas de las acordadas cuando se firmaron el protocolo y el memorando de Minsk. Estos documentos son los únicos asumidos por todas las partes involucradas en el conflicto en el este de Ucrania.

Kiev se niega a aceptar la línea de contacto actual como base para la retirada de tropas, por considerar que, desde septiembre, los separatistas prorrusos han ampliado el territorio bajo su dominio. En el este del país continuaban los enfrentamientos. Las acciones bélicas seguían concentrándose en Debaltsevo, una localidad estratégica en las comunicaciones entre las denominadas Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk.

El viaje de Merkel y Hollande es considerado uno de los últimos intentos (tal vez el último) de buscar una resolución pacífica para el Este de Ucrania. Se desconoce qué estrategia van a seguir los líderes occidentales, si fracasan en este intento. Los analistas están divididos. Unos piensan que una Ucrania bien armada sería un factor de contención para el Kremlin, pero otros creen que la venta de armas letales a Kiev sería interpretada en Moscú en clave de “acoso” a Rusia y excitaría los ánimos de la clase dirigente en lugar de aplacarlos.

Kerry dijo que no estaba involucrado en la iniciativa franco-alemana, pero medios diplomáticos ucranios señalaban que, entre bastidores, se ha coordinado un esfuerzo conjunto multilateral, en el cual los papeles protagonistas en esta fase corresponden al dúo franco-alemán. Desde Moscú los portavoces rusos indicaron la buena disposición a recibir a Merkel y Hollande para abordar la “guerra civil” en Ucrania.

En Kiev, Kerry dijo que Rusia solo puede evitar el aislamiento internacional si deja de agredir el Donbás y se sienta a la mesa de conversaciones. “Rusia debe hacer su elección, no solo de palabra, sino mostrarla con sus actos, dar pasos para cumplir los acuerdos de Minsk, que también firmó. Desde entonces, la violencia no ha hecho más que aumentar y mueren civiles”. Kerry conminó a la Federación Rusa a “interrumpir de inmediato este apoyo militar a los separatistas y sentarse a la mesa de negociaciones para lograr una decisión política”. “En primer lugar se necesita un alto el fuego de verdad, no solo sobre el papel, hay que retirar las armas pesadas de la línea de contacto, para que no haya amenaza para los civiles. Hay que retirar las tropas al otro lado de la frontera, es necesario cerrar la frontera, para que los tanques y las tropas no vayan a territorio de Ucrania”, dijo. EE UU, continuó, está dispuesto a ayudar a todas las partes y el hecho de que Merkel y Hollande también vienen de visita subraya que EE UU, Francia, Alemania y otros socios exhortan a Rusia a dar este paso sin demora.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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