Las organizaciones cuestionan el texto de las negociaciones
Las ONG discrepan sobre el documento abierto que se debate en la Cumbre de Lima
El documento distribuido la noche del jueves por los líderes de las negociaciones de la Cumbre del Clima de Lima para tratar de desatascar la reunión fue mal recibido por los países más vulnerables a los efectos del cambio climático y por las organizaciones no gubernamentales. El texto nuevo sobre las acciones que los 196 países presentes en la 20ª Conferencia de las Partes (COP) de Naciones Unidas deben realizar para reducir emisiones sustituye al documento anterior sobre el que se había estado trabajando los 12 días pasados. El nuevo, aunque más simplicado que el anterior, aún mantiene varias opciones sobre las que los países tendrán que ponerse de acuerdo en las próximas horas.
“Esperamos que en las próximas horas prevalezca el sentido común”, reclamó Meena Raman, representante por India de la Red del Tercer Mundo (Third World Network). Según la activista, el documento contiene muchos detalles para que los países reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero, pero otros aspectos como la adaptación al cambio climático, la financiación y la tecnología “han quedado relegados”. “Parece un documento para reemplazar el Protocolo de Kyoto, pero no estamos aquí solo para eso”, aclaró.
Raman representa a uno de los países más vulnerables al cambio climático que se niegan a aceptar un acuerdo en el que no esté el compromiso de los países ricos de asumir ayudas financieras para apoyar la adaptación (prevención) ante el calentamiento global. “Los países desarrollados han ocupado el espacio de la atmósfera y sus economías han podido crecer sin ninguna restricción (de emisiones), ahora tienen que ayudar a los otros países. A nosotros no nos queda más que lo que hay que gastar en pérdidas y daños debido a los huracanes e inundaciones”, aseguró.
Otro aspecto que descuida el texto, según las organizaciones civiles, es la financiación de los procesos que tienen que enfrentar aquellos países que pese a no haber emitido gran cantidad de gases contaminantes, sufren ahora las efectos adversos del cambio climático. “Exigimos una hoja de ruta sobre la financiación: cuánto y cuándo lo darán”, explicó la filipina Lidy Naepll, de Jubilee South Asia Pacific.
Representantes de WWF de Japón, Nepal y Estados Unidos ofrecieron una visión parecida, al calificar de poco ambicioso el documento. Nayouki Yamagishi detalló que en el texto “no es evidente el enlace entre la financiación y la concreción de las acciones para la adaptación y la tecnología” contra el cambio climático. La jefa de la delegación de WWF, Tasneem Essop, señaló que debido a las diferentes opciones, el texto final puede ser "bueno, malo o suficientemente bueno", aunque lamentó que "carezca de las acciones necesarias para reducir las emisiones antes de 2020".
Oxfam, por su parte, se sumó al desánimo: "El texto es peligrosamente débil". En su evaluación del documento de siete páginas criticó que deja muchos aspectos difíciles sin resolver, como el listado de países que deben incluir sus compromisos para reducir emisiones en 2015 y si estos deben ser revisados. "La financiación sigue siendo un punto complejo porque los países en desarrollo requieren garantías de que los países desarrollados cumplirán sus promesas previas y acordarán nuevas después del año 2020", añade.
La vieja pelea de los de arriba y los de abajo resuena en los pasillos del Cuartel General del Ejército en Lima. Mientras anochece en Lima este viernes aún hay demasiados temas abiertos, la organización Adoptanegotiator lleva la cuenta de qué posición adopta cada país sobre las múltiples opciones. El resultado es tan impredecible como el clima con calentamiento global. En algunas zonas de la sede de la cumbre los trabajadores ya han empezado a retirar las sillas y en los plenarios se preguntan cuántas horas más seguirán negociando.
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