El calentamiento global es un hecho. Dejó de ser un fantasma abstracto para convertirse en algo real que afecta –y afectará cada vez más- a millones de personas, especialmente aquellas que viven en regiones en desarrollo, y que limitará las aspiraciones económicas de muchos países latinoamericanos.
Más sequías y lluvias torrenciales mermarán las exportaciones agrícolas, los habitantes de zonas costeras deberán afrontar la subida del nivel del mar y el impacto de más ciclones tropicales, y los niveles de pesca se reducirán en buena parte de la región.
Quizás estas cifras ayuden a comprender la magnitud del problema que se avecina. Según vaticina el informe Bajemos la temperatura, esto es lo que sucedería en Latinoamérica, que solo es responsable del 12,5% de las emisiones mundiales de gases invernadero, si los gobiernos no frenan las emisiones de dióxido de carbono y permiten que la temperatura mundial aumente 4 grados para el 2100:
- Reducción de lluvias de entre un 20 y un 40% en la Patagonia, Brasil central, el Caribe y Centroamérica.
- Las sequías aumentarían un 20% en toda la región, hecho que mermaría la producción de ganado y de grano y reduciría la capacidad productiva de Latinoamérica.
- Los ciclones tropicales aumentarían un 80%
- Los glaciares andinos prácticamente desaparecerían.
- El nivel de los océanos crecería hasta 1 metro en la costa atlántica de Brasil y ciertas zonas del Caribe.
En este video mostramos los devastadores efectos que un planeta 4 grados más caliente tendría para Latinoamérica, y también las soluciones que los gobiernos tienen al alcance de sus manos para evitarlo, según el Banco Mundial.