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Las inundaciones en Marruecos cuestionan la actuación del Estado

Las lluvias han causado en los últimos diez días 47 muertos y miles de evacuados

Inundaciones en el sur de MarruecosFoto: atlas | Vídeo: Atlas / AP
Javier Casqueiro

Las inundaciones provocadas por las lluvias en los últimos 10 días en Marruecos han puesto en cuestión el buen funcionamiento y la previsión de las principales instituciones del Estado. El país estaba en alerta, los organismos públicos sabían que iba a llover y mucho, qué zonas iban a ser las más afectadas, y esas regiones tenían planes programados al efecto desde hace 10 o 15 años. Pese a ello, el balance ha causado al menos 47 muertos, decenas de desaparecidos, miles de evacuados o rescatados, más de 253 pueblos aislados y abastecidos hasta por barco y la paralización total de las exportaciones de frutas y legumbres en las estratégicas regiones del sur, las más productivas.

El Ministerio del Interior ha facilitado este martes su segundo comunicado con información oficial sobre lo ocurrido durante este último fin de semana a causa de las lluvias. El anterior lo habían proporcionado justo después de las primeras inundaciones, el pasado 27 de noviembre, que ya provocaron la muerte de 36 personas, muchos desaparecidos y el colapso de numerosas carreteras, puentes e infraestructuras. Los datos aportados ahora por el Ministerio del Interior suman otras 11 personas fallecidas, dos desaparecidas, y el rescate de otras 1.093 especialmente en las regiones de Guelmin Es Semara (su mitad sur forma parte del disputado Sáhara Occidental) y de Souss Massa Draâ, que ya fueron muy castigadas hace 10 días.

El propio rey Mohamed VI había ordenado al Ministerio del Interior que pusiese en funcionamiento todos los efectivos necesarios para evitar el desastre, con helicópteros y otros medios técnicos, y el ministro de esa cartera y otras autoridades viajaron a la zona para implicarse lo más cerca posible de las labores de rescate. Un total de 1.690 habitantes de los lugares más en riesgo han sido evacuados, sobre todo en Guelmin (650), Chtouka Ait Baha (491), Taroudant (164) y Es Semara (157). Los esfuerzos sí han permitido restablecer la circulación en nueve carreteras nacionales de las regiones del sur (sobre 14), en 22 regionales (sobre 36) y en 35 provinciales (sobre 51).

Un total de 2.000 paquetes de supervivencia han sido facilitados en ciudades como Taroudant, Sidi Ifni, Ouarzazate, Figuig, El Haouz, Chichaoua y Tinghir. Diez barcos de pesca de Agadir han salido durante este fin de semana precisamente hacia Sidi Ifni, la antigua colonia española, para llevar víveres y depósitos de agua y de gas para nutrir a la población local.

Las exportaciones en esas regiones han sido totalmente paralizadas. El Gobierno, sobre esos aspectos de daños materiales, aún no ha hecho balance ni aportado sus datos. Pero medios locales han cuantificado entre un 10% y 15% el número de granjas y explotaciones inundadas en una región, la del sur de Marruecos, que exporta alrededor del 60% de los cítricos y el 90% de las frutas y legumbres y que nutre en un 70% de esos productos al resto del país.

Es verdad que en algunas zonas del sur, especialmente en la provincia de Souss Massa Drâa, ha llovido mucho, en poco tiempo y de manera virulenta. En esa parte del país se estima que se han recogido lluvias estos días que equivaldrían a lo que cae durante todo el año y que pueden acumular reservas para los tres próximos ejercicios. En algunas de esas ciudades no se registraban cifras semejantes desde hace 30 años. Pero también algunos medios han denunciado, como ha hecho hoy el prestigioso L'Economiste, la existencia de planes de emergencia elaborados para esas zonas desde hace 15 años y que finalmente no se han llevado a cabo.

De hecho, tanto los partidos en la oposición, como el Istiqlal, la USFP, el PAM, la UC, y dos de la mayoría en el Gobierno, el RNI y el Partido Justicia y Desarrollo (PJD) del presidente Benkirane, han reclamado al ejecutivo que asume su responsabilidad ante lo que han definido como una catástrofe. Algunos de esos partidos han cuestionado al Gobierno por estar más pendiente de las próximas elecciones regionales que del lamentable estado de muchas infraestructuras en el país.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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