Una ficha policial como icono
La fotografía de Dilma Rousseff cuando fue detenida en 1970 por el régimen militar se convierte en un símbolo de resistencia en su campaña
Una joven con gafas de lentes gruesas, pelo rizado y camisa de cuadros aparece en una foto tamaño carnet en blanco y negro. La imagen, aunque apenas recuerde a la Dilma Rousseff actual, fue la que marcó su campaña electoral. El retrato se hizo cuando la presidenta tenía 23 años, en 1970, y fue capturada por el régimen militar.
La foto sirvió de original para varias copias estilizadas con diferentes formas y colores. Se convirtió en estampa de camisetas, banderas y pegatinas usadas por militantes y simpatizantes por todo el país. Un recurso icónico que imitaba la estética de la histórica imagen de Che Guevara, que con la mirada puesta en el horizonte y una boina con una estrella roja fue eternizada en camisetas, gorras, pegatinas y banderas y vendida en todo el mundo.
La foto de Rousseff también representa la resistencia. La joven guerrillera fue torturada durante 22 días y estuvo encarcelada casi tres años. Pero no reveló la dirección del piso que compartía con una compañera de militancia ni la relación con su pareja Carlos Araújo. En aquel tiempo, cualquier información podría valer una vida.
En la ficha policial, datada del 26 de febrero de 1970, se puede leer “No está arrepentida” en el espacio que cuestionaba si Dilma Vana Rousseff Linhares, entonces dirigente del Sector de Masas Populares VAR-Palmares, estaba “arrepentida por la práctica del crimen por el que responde ahora”.
En un debate ya en la segunda vuelta, Aécio Neves (PSDB) dijo que la presidenta no conocía Minas Gerais porque se había ido del Estado en que ambos nacieron. “Si dejé Minas no fue para pasear en Río de Janeiro, sino porque fui perseguida”, rebatió Rousseff, recordando que, aunque su rival presume de la pertenencia al Estado de Minas Gerais, que gobernó durante siete años y por el que fue senador, reside hoy en Río.
La imagen original de Rousseff dio lugar a muchas versiones diferentes: se transformó en Frida Kahlo, por ejemplo, y fue pintada con los colores de la bandera brasileña y con un fondo rojo. En otro montaje aparecen dos fotos: la antigua, de guerrillera, con la frase Plantando la libertad, y una actual, como presidenta, donde se lee Cosechando la democracia.
Durante algunas manifestaciones, las camisetas y banderas eran estampadas en el momento, allí mismo en la calle. La imagen fue también una opción para no usar la sigla ni el símbolo del Partido de los Trabajadores —la estrella roja—, que quedaron fuera de diversos materiales de campaña este año para que no se le asociara a la corrupción, que fue la principal estrategia de los adversarios.
“Corazón valiente” fue la frase de su campaña, y también el estribillo de la canción que sonaba en sus programas electorales, con una melodía que recuerda al forró (ritmo brasileño). Una canción animada para un pasado duro, pero del que la presidenta reelegida presume orgullosa.
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