Los palestinos exhiben su unidad con una reunión del Gobierno en Gaza
El Gabinete tecnócrata avalado por Al Fatah y Hamás priorizará la reconstrucción en Gaza
El primer ministro del Gobierno de unidad palestino, Rami Hamdalá, presidió este jueves el primer consejo de ministros unitario que también fue el primero en la franja de Gaza. El jefe del Ejecutivo viajó con 11 ministros al enclave costero, donde son bien visibles los destrozos de la ofensiva militar israelí en la que murieron más de 2.100 palestinos y unos 70 israelíes este verano. Es la primera reunión de todos los miembros del Gobierno unitario palestino, que aspira a dejar atrás la división territorial y política entre los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania.
El grupo islamista Hamás controla Gaza desde la corta guerra civil con sus rivales políticos del partido Al Fatah en 2007. Al Fatah administra la Cisjordania ocupada por Israel. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, impulsó el pacto de reconciliación entre ambas facciones, que constituyeron este Gobierno en junio y se propusieron celebrar elecciones legislativas antes de fin de año.
Israel cerca la región por mar, tierra y aire —Egipto mantiene también cerrada su frontera— desde que Hamás tomo el poder en 2007 y desde entonces ha sido el objetivo de tres duras ofensivas militares israelíes. Las tres veces Israel ha acusado a Hamás de haber iniciado la contienda y las tres pactó sendos alto el fuego que preservaron a los islamistas al frente de Gaza.
Los palestinos preparan la reunión de donantes internacionales que se celebrará en Egipto el domingo, en busca de financiación para la compleja reconstrucción de Gaza. Los daños por los intensos bombardeos y la invasión terrestre israelí del verano se calculan en entre 3.000 y 6.000 millones de euros. El primer ministro Hamdalá visitó este jueves la localidad de Beit Hanún y el barrio de Shiyaiya, respectivamente al norte y al este de Ciudad de Gaza. Ambas quedaron devastadas por los ataques aéreos, la artillería y los tanques israelíes en verano. Hamdalá dijo el jueves que había “llorado” al ver las condiciones de vida de los gazatíes en estas zonas. Hamdalá se reunió con el hasta primavera primer ministro de Hamás en Gaza, Ismael Haniya. Las prioridades del Gobierno, dijo, son la reconstrucción de Gaza y la preservación de la unidad.
Para lo primero quieren enviar un mensaje de formalidad a los más de 50 Estados que participarán en la conferencia de donantes en El Cairo. Hasta que lleguen a su destino, el dinero y los materiales de construcción necesarios para devolver Gaza al miserable estado previo a los bombardeos del verano deben superar el bloqueo israelí y los aranceles de la corrupción local. Israel quiere imponer un estricto sistema de control que asegure el uso civil de los materiales, para el que pretende contar con la colaboración de Naciones Unidas. Sus críticos señalan que esto convertiría a la ONU en colaboradora del bloqueo.
El poco más que testimonial Ejecutivo unitario está conformado por palestinos que no militan en los principales grupos políticos. Con su perfil tecnócrata se ha propuesto administrar la reconstrucción de Gaza, entre cuyos habitantes cunde la desesperación por un bloqueo que los asfixia y por el control político total por parte de Hamás. Padecen la carencia de bienes de consumo, las draconianas restricciones pesqueras por el bloqueo israelí y la ruina económica del Gobierno local, que debe salarios de varios meses a más de 40.000 empleados públicos de la franja. Las bombas israelíes del verano dañaron hospitales, escuelas, carreteras, cañerías, depósitos de agua y miles de viviendas.
El Gobierno permanecerá en Gaza también este viernes. Sus miembros tienen planeado visitar diversos puntos afectados por la guerra y se reunirán con empresarios. De Gaza Hamdalá viajará a Egipto por el paso sureño de Rafah, para allí participar en la conferencia para la reconstrucción.
Israel permite el paso a la franja a
Israel cerca la región por mar, tierra y aire desde que Hamás tomo el poder en 2007 y desde entonces ha sido el objetivo de tres duras ofensivas militares israelíes. Las tres veces Israel ha acusado a Hamás de haber iniciado la contienda y las tres pactó ceses al fuego que preservaron a los islamistas al frente de Gaza.
La unidad palestina sigue siendo precaria. Durante la ofensiva israelí en Gaza, los relativos éxitos militares de las milicias de Hamás fortalecieron a los islamistas en la castigada franja. Tras meses de declive político y de graves problemas económicos, Hamás —que se quedó sin su principal aliado, Egipto, tras el golpe de Estado que derrocó a los islamistas de Mohamed Morsi el año pasado— pudo presentar las casi 70 bajas que infligió al Ejército israelí como victorias ante un enemigo muy superior que se retiró causando enormes daños a las infraestructuras públicas y privadas pero sin deponer a los islamistas. Durante los bombardeos del verano era obvia, además, la nula presencia del Gobierno de unidad en los asuntos gazatíes, dirigidos por las facciones locales que lidera Hamás.
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