“Grecia está en una guerra económica”
El ministro griego rechaza la necesidad de un nuevo pacto sobre la deuda de Grecia
Evangelos Venizelos (Tesalónica, 1957) era ministro de Finanzas cuando Grecia aprobó algunos de los recortes más duros, cayó Yorgos Papandreu (2011) y se pactó la participación de los acreedores privados en el rescate (2012). Hoy lidera un partido socialista (Pasok) caído en desgracia, que ha pasado de arrasar en las elecciones de 2009 a quedarse con apenas un 8% de los votos de las últimas europeas. Ahora ministro de Exteriores, en su visita a Madrid por la cumbre de Libia, Venizelos no quiere oír hablar de la necesidad de un nuevo pacto sobre la deuda de Grecia, que verá finalizado el programa europeo en diciembre.
Pregunta. ¿Cuándo podrá la población griega comenzar a sentir una recuperación?
Respuesta. Después de siete años de recesión la situación económica y social es muy difícil porque la pérdida acumulada es de más del 25% del PIB. Lo más grave es el desempleo, casi el 27%, pero ahoraGrecia tiene un impresionante superávit primario, ajustado cíclicamente, incluso mejor que el de Singapur. Tenemos la oportunidad de cambiar de capítulo y comenzar una salida de la crisis y el rescate. Pero el primer factor para un verdadero cambio es la estabilidad política, una nueva narrativa y la confianza de la sociedad en las perspectivas de una vida postcrisis.
P. ¿Bruselas se ha equivocado con la dureza de los recortes?
R. Después de cinco años, ha habido conversaciones muy duras. El pilar de las reformas estructurales es una opción nacional, pero ese rápido y duro ajuste fiscal no lo ha sido.
P. ¿Cómo están las negociaciones para un nuevo programa?
R. Nuestro objetivo es evitar cualquier debate para un nuevo plan, porque financiera y fiscalmente somos capaces de seguir adelante sin ello. No necesitamos ya a la troika. La discusión crítica es la sostenibilidad de la deuda pública y Klaus Regling [presidente del Mecanismo Europeo de Estabilidad], que es el principal prestamista, presenta a menudo las pruebas de la sostenibilidad de la deuda pública tras la reconstrucción. Tenemos un buen perfil de vencimiento y el servicio de la deuda es totalmente asumible, menos de la mitad que antes de la crisis.
P. ¿Cuándo Grecia pidió el primer rescate podía imaginar entonces que el Pasok caería como lo ha hecho?
R. El Pasok es la víctima histórica de esta crisis. El factor crítico fue nuestra victoria en las elecciones de 2009 y nuestra decisión de luchar solos contra la crisis, sin el consenso necesario y corresponsabilidad de otros partidos, especialmente de los conservadores de Nueva Democracia. Mi propuesta entonces era imponer la norma de mayorías cualificadas para la aprobación del primer programa de ajuste con el fin de lograr el mayor consenso. La tradición de nuestro partido socialista era de beneficios sociales y ahora es muy difícil para nuestra base social aceptar un flujo inverso. No estamos en una situación natural, estamos en una situación de verdadera guerra económica para proteger el país, pero no es muy fácil para la gente normal entender esto. Después de la victoria en la II Guerra Mundial, [Winston] Churchill fracasó en las elecciones.
P. ¿Qué podría hacer el Pasok para recuperar su base?
R. Reconstruir el ala democrática, el centro izquierda, también con otros movimientos y personalidades pero siempre con la verdad política y económica sobre la mesa. Para nosotros sería muy fácil repetir opciones demagógicas.
P. ¿Se refiere a Syriza?
R. Claro, Syriza es un fenómeno paradójico, la reacción de una parte de nuestras bases electorales. El fenómeno paradójico es que en las elecciones locales o regionales la presencia del Pasok es siempre muy importante, la primera o la segunda fuerza.
P.¿Cree que en España puede llegar una situación similar, ya que en las últimas elecciones, las europeas, también crecieron los partidos minoritarios?
R. Sí, es un fenómeno paneuropeo. La credibilidad y legitimidad del sistema político es un aspecto importante de esta crisis, una de las fuentes del euroescepticismo.
P. ¿Entiende el enfado?
R. Claro, pero la gente debe entender que no hay plan B. En Chipre, por ejemplo, el Parlamento rechazó el primer plan pero el segundo fue más fuerte. Para los socialistas europeos es muy importante imponer análisis diferentes, pero sin más participación de los parlamentos no es posible.
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