Cañones de agosto
En septiembre de 1939, Hitler invadió Polonia con una burda excusa, la misma que hoy usa Putin
Agosto es un mes propicio para los cañones. Hace ahora un siglo tronaron en Europa para desencadenar la I Guerra Mundial. La espoleta definitiva que provocó la guerra para acabar con todas las guerras fue la violación de las fronteras de la pequeña Bélgica por parte de los ejércitos de la Alemania del káiser Guillermo II. A primeros de septiembre de 1939, Hitler invadió Polonia violando su frontera con una burda excusa y con la filosofía de proteger a los alemanes en una nación vecina, la misma que hoy usa Putin en Ucrania.
La Rusia de Putin amenaza a Europa. Regresa la historia en su peor acepción, la militar
Hoy el mundo es completamente distinto y nadie piensa que estemos al borde de una hecatombe de esas dimensiones. Sin embargo, los cañones han vuelto a retumbar este agosto de 2014 en la frontera oriental de Europa, donde una antigua superpotencia, que busca recuperar su prestigio y su influencia imperiales, persiste en su intento de desestabilización de una nación soberana y viola las fronteras de Ucrania con repetidas incursiones militares.
La Rusia de Putin amenaza estratégicamente a Europa, que sufre un estallido procedente del pasado, en descripción del exministro alemán de Exteriores Joschka Fischer. Salta por los aires el principio de que los territorios no se adquieren por la fuerza. Rusia engulló a Crimea ante el pasmado asombro de Europa. En julio un misil tierra-aire ruso derribó un avión civil con 300 pasajeros sobre un campo de girasoles de Ucrania. La Unión Europea acordó severas sanciones contra Putin. Excepcionalmente pareció que las viejas naciones europeas tenían una estrategia común ante la sostenida violación de la integridad de Ucrania.
La OTAN, despertada por la crisis ucrania, baraja reforzar militarmente a los países bálticos fronterizos con Rusia. Regresa la historia en su peor acepción, la militar, mientras los satélites espía detectan la entrada en Ucrania de artillería autopropulsada, blindados y sofisticados misiles tierra-aire rusos. Se avecina una tormenta para una UE todavía presa del virus de la crisis económica, de un crecimiento anémico y de un paro insoportable.
Los cañones de agosto también han tronado en el arco de Oriente Próximo, una región vecina de Europa capaz de exportarnos la amenaza islámica. Obama el prudente ha comprendido el fin de la omnipotencia de EE UU para apagar los fuegos internacionales, tras dos guerras perdidas en Irak y Afganistán y la sorpresiva aparición del Estado Islámico. Pero es consciente de la necesidad de detener al islamismo terrorista y su proyecto de califato mundial, así como el expansionismo de Putin. Pero sin una confrontación militar estadounidense con Rusia o en Siria. La inaceptable escalada de Putin en Ucrania será respondida con una vuelta de tuerca de las sanciones económicas y con la movilización de la comunidad internacional. Obama estará en Europa la próxima semana en la cumbre de la OTAN en Cardiff. Los cañones de agosto tendrán una respuesta política.
fgbasterra@gmail.com
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