Los yihadistas arrebatan una ciudad a los kurdos pese al apoyo aéreo de EE UU
Un lanzamiento de ayuda humanitaria a los yazidíes es abortado por motivos de seguridad
Los tres días de ataques aéreos de fuerzas estadounidenses en el norte de Irak para detener el avance de los yihadistas del Estado Islámico (EI) “han sido muy efectivos a tenor de los informes recibidos desde tierra”, aseguró este lunes el secretario de Defensa de EE UU, Chuck Hagel, durante una cumbre bilateral con Australia, en Sidney.
RESCATE DRAMÁTICO EN EL MONTE SINJAR. Las fuerzas iraquíes y los 'peshmergas' rescatan a un grupo de yazidíes, atrapados sin comida ni agua, que huían de la violencia del Estado Islámico, según muestra un vídeo de CNN
Sin embargo, en el amanecer del lunes milicianos del EI lograron hacerse con el control de la localidad de Jalawla, a 115 kilómetros de Bagdad, después de semanas de combates con las fuerzas kurdas, (los peshmergas), según informó la Policía. Los yihadistas suníes han tomado también dos aldeas vecinas en esta zona del nordeste iraquí. La caída de Jalawla llega días después de que un terrorista suicida matase a 10 combatientes kurdos en esa ciudad. El domingo pasado, las fuerzas kurdas aseguraron que habían reconquistado dos ciudades del norte del país —tomadas por el EI— por primera vez desde que EE UU lanzó la ofensiva aérea contra los yihadistas.
La caída de la ciudad se produce tras semanas de combates
La situación de los civiles en el norte de Irak se deteriora a pasos agigantados. Ya son más de medio millón los que han tenido que huir de sus casas. Miles de yazidíes (considerados étnicamente kurdos, son seguidores de una religión propia que incluye elementos del zoroastrismo, el cristianismo y el islam) están refugiados en las montañas de Sinjar, cercanas a la frontera con Siria, sin comida ni agua y con temperaturas de hasta 50 grados.
Estos yazidíes huyen de las masacres que, según el Gobierno de Bagdad, el EI está cometiendo contra esa minoría a la que considera “adoradora del diablo”. Unos 500 habrían sido ejecutados en Sinjar y unas 300 mujeres, secuestradas para ser esclavizadas, según el Ejecutivo iraquí.
La desesperación de los yazidíes atrapados es tal que un avión militar británico tuvo que suspender este lunes el lanzamiento de ayuda humanitaria ante el riesgo de que los paquetes que dejan caer pudieran dañar a las personas que esperaban en tierra. “Se acercaba tanta gente al avión que desgraciadamente no pudimos completar el lanzamiento, porque temíamos poner en peligro sus vidas”, dijo una portavoz del primer ministro David Cameron.
Tras una reunión del comité de respuesta ante emergencias, Londres decidió enviar a la zona un “pequeño número” de aviones Tornado para usar sus “excelentes capacidades de vigilancia para lograr un mejor conocimiento de la situación”, a fin de realizar las operaciones de ayuda con seguridad, según el Gobierno de Cameron.
Reino Unido, Francia y Australia se han ofrecido a participar en la ayuda a los yazidíes, e incluso EE UU se plantea evacuar a los yazidíes. Los británicos han conseguido completar un lanzamiento de ayuda humanitaria (con agua, equipos de filtración y lámparas alimentadas con energía solar que se puedan usar como cargadores de teléfonos móviles).
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