_
_
_
_

Santos acusa a su rival de “sabotear el proceso de paz”

El diálogo con las FARC domina el final de la campaña en Colombia

Silvia Blanco
Santos, en un acto electoral el domingo en Bogota.
Santos, en un acto electoral el domingo en Bogota.REUTERS

Óscar Iván Zuluaga es, según las encuestas, el rival más sólido del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, para vencer en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del domingo. Pero un vídeo publicado el fin de semana ha colocado al ahijado político del expresidente Álvaro Uribe, contumaz opositor a la negociación con la guerrilla que se desarrolla en La Habana con las FARC, en el centro de un escándalo que podría erosionar sus aspiraciones a pocos días de los comicios. El presidente Juan Manuel Santos llegó ayer a acusar a su rival de “sabotear el proceso de paz”.

En una campaña electoral enlodada por acusaciones de espionaje, el vídeo publicado por la revista Semana terminó de ensuciarlo todo. A Zuluaga se le ve sentado con los brazos detrás de la cabeza, mientras un hácker le explica que tiene acceso a información de inteligencia militar sobre los líderes de las FARC —su comportamiento en la selva, sus enfermedades— lista para emplearse en el torpedeo del diálogo de paz, la gran apuesta política del presidente Santos y el tema que ha dominado la campaña. El vídeo, que se filmó en abril desde un teléfono móvil, es muy espinoso para Zuluaga: el pirata informático con el que habla trabajaba en su campaña y está detenido desde hace dos semanas por interceptar información de manera ilegal. El candidato había dicho que no lo conocía, y luego que solo lo había visto una vez. En este vídeo Zuluaga afirma: “Andrés, entonces, ¿qué golpe nos va a dar Santos de acá al 25 como su tabla de salvación? Queda un mes para dar un golpe, hermano”.

El presidente, Juan Manuel Santos, remarcó ayer la gravedad del asunto, y aprovechó para lanzar el mensaje de que hubiera querido una campaña centrada en propuestas. “Yo sabía que había enemigos de la paz, pero nunca pensé que llegáramos a los extremos de delinquir con tal de sabotear el proceso de paz, matando la esperanza de los colombianos a través de procesos ilegales”, afirmó en una entrevista a Bluradio.

Horas antes, el aspirante de la Alianza Verde, Enrique Peñalosa, pidió a Zuluaga que se retirara de la campaña, y la prensa criticó al candidato uribista —que se ha limitado a decir que la filmación es un montaje para desprestigiarle— el lunes con dureza. El diario El Espectador, en su editorial, acusa a Zuluaga de mentir y se preguntaba, “¿Cuál es la gran política de espionaje que habrá cuando tenga a su servicio todo el poder de la inteligencia estatal?”.

Zuluaga es el candidato de un nuevo partido, el Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) hace algo más de un año, mucho más famoso y carismático que su aspirante presidencial, que fue ministro de Finanzas en su segundo Gobierno. El economista y empresario del sector del acero, de 55 años, es uno de los más fieles seguidores de Uribe, y ha hecho suyo el discurso de mano dura contra las FARC que preconiza el antiguo mandatario, que no puede volver a presentarse para presidente, pero que ha sido elegido senador recientemente.

Zuluaga asegura que, si gana, suspendería el diálogo en La Habana y daría una semana de plazo a la guerrilla para que “cese toda acción criminal” si quieren seguir en la negociación.El diálogo que se lleva a cabo entre el Gobierno de Santos y los representantes de las FARC ha desplazado en la agenda de campaña otros temas que, según las encuestas, preocupan a los colombianos, como la inseguridad ciudadana, la educación o la sanidad. Nunca antes —y ha habido otros tres intentos— se había avanzado tanto en las negociaciones con la guerrilla, en un conflicto armado que dura cinco décadas y ha causado más de 200.000 muertos y casi seis millones de desplazados.

La semana pasada, cuando las encuestas señalaban el empate técnico en primera vuelta, se anunció el avance en otro punto, el de la solución al narcotráfico, en el diálogo de paz, y las FARC declararon un alto el fuego hasta las elecciones que dio cierto oxígeno político a Santos, que partía con una holgada ventaja en intención de voto que se ha ido estancando.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Silvia Blanco
Es la jefa de sección de Sociedad. Antes ha sido reportera en El País Semanal y en Internacional, donde ha escrito sobre migraciones, Europa del Este y América Latina.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_