Tiroteo en Fort Hood: del enfado a la tragedia en ocho minutos

La semana pasada, la base militar de Fort Hood en Texas fue protagonista de un fatídico tiroteo en el que murieron tres personas y otras 16 resultaron heridas a manos de Iván López, de 34 años. La tragedia volvía a la base militar cinco años después de que el mayor Nidal Hasan, condenado el pasado agosto a la pena de muerte, acabara con la vida de 13 soldados e hiriera a otros 32. Después del tiroteo, López, que no tenía antecedentes penales y que llegó a la base militar el pasado mes de febrero, se quitó la vida. El informe del Pentágono explica los pasos exactos que dio el soldado.

A primera hora de la tarde del pasado miércoles, Iván López discutía con un compañero sobre su solicitud para tener unos días libres, explicó ayer lunes un portavoz del Equipo de Investigadores del Ejército. Y la respuesta no le gustó. Con anterioridad, López ya había mostrado su disgusto a este respecto cuando solo pudo disponer de un par de días para ir a Puerto Rico al funeral de su madre, añadieron las mismas fuentes.

Sin pensarlo, López, que trabajaba como conductor de camión y había servido cuatro meses en Irak en 2011, cogió su arma semiautomática y comenzó a disparar, matando a un compañero e hiriendo a otros 10 en la Oficina de Administración de la base militar. En ese momento, abandonó el edificio, cogió su coche -tiempo en el que efectuó varios disparos e hirió a otros dos soldados que le perseguían-, y se dirigió hasta su oficina, donde volvió a abrir fuego y mató a otro soldado. Posteriormente, anduvo hasta al aparcamiento del edificio donde hirió a otros dos, informó el portavoz.

El autor volvió a su coche y condujo hasta el edificio de la Brigada Médica. Mientras conducía, disparó contra el parabrisas de otro vehículo que se le aproximaba, hiriendo al pasajero. Una vez en el edificio, abrió fuego de nuevo, mató al soldado que trabajaba en la recepción e hirió a otro más. “Todavía no sabemos por qué entró en este edificio y nunca lo sabremos”, reconoció el portavoz.

Tras este episodio, Iván López volvió a coger su coche y condujo hacia otro edificio cuando fue interceptado por una mujer de la policía militar que acudía a la escena tras la llamada de alerta al 911. La mujer le disparó, pero falló, como" ha confirmado la autopsia", agregaron las mismas fuentes. Fue entonces, cuando López cogió su pistola y se disparó a sí mismo.

López tardó ocho minutos en acabar con su vida, matar a tres personas y herir a otras 16. Disparó en 35 ocasiones. Todavía cinco de ellos están ingresados en el hospital. Los demás han sido dados de alta.

A pesar de que López padecía problemas psicológicos, las autoridades militares creen que el detonante del tiroteo fue la discusión y no sus trastornos emocionales. El hecho de que López padeciera depresión y ansiedad ha reabierto el debate alrededor del sistema de salud mental en EE UU; son muchos los que se preguntan, una vez más, si la atención que cubre es suficiente.

El motivo del tiroteo no se ha confirmado porque la investigación sigue abierta. El equipo ya ha recogido más de 235 pruebas relacionadas con el suceso, concluyeron las mismas fuentes.