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Guerra en Siria

Un muerto en un choque entre refugiados sirios y policías jordanos en Zaatari

Decenas de personas han resultado heridas en el altercado originado por el atropello de un niño, según residentes del campo

Jóvenes refugiadas sirias pasan ante restos quemados tras los incidentes registrados en el campo de Zaatari.
Jóvenes refugiadas sirias pasan ante restos quemados tras los incidentes registrados en el campo de Zaatari. MUHAMMAD HAMED (REUTERS)

Una persona ha muerto y al menos 30 han resultado heridas de diversa consideración en el campo de refugiados sirios de Zaatari, durante un choque entre un grupo de residentes y la policía antidisturbios, el más grave que se registra en la zona desde el pasado verano. Según confirman el Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) y la Dirección de Seguridad Pública de Jordania, la madrugada del domingo se inició un motín después de que un grupo de refugiados fuera detenido por escapar del recinto.

Entonces, decenas de sirios se “amotinaron”, en palabras del general de brigada Waddah Hmoud, que ha emitido un comunicado oficial. Comenzaron a lanzar piedras y los agentes respondieron con gases lacrimógenos. Algunos individuos, más violentos, llegaron a quemar seis tiendas de las que sirven de vivienda a los escapados de Siria y dos caravanas de asistencia. Intentaron, sin éxito, atacar también la comisaría de este campo-ciudad en el que viven hoy 106.000 personas, lo que lo convierte en la segunda mayor concentración de refugiados del mundo tras Dabab, en Kenia.

El altercado acabó con la muerte de una persona de 25 años, de la que no ha trascendido ni sexo ni origen, ni tampoco la causa de su fallecimiento. Hay otros dos refugiados ingresados en el hospital, aunque sus heridas son leves. También permanecen hospitalizados dos policías jordanos de los 28 que, según ambas fuentes, han resultado afectados por golpes y contusiones. Tampoco su vida corre peligro.

El origen de la disputa fue otro, según informan colaboradores de los Comités Locales de Coordinación asentados en Zaatari. Al parecer, los disturbios comenzaron cuando un agente jordano atropelló a un niño jordano de cuatro años, un hecho del que se han colgado imágenes muy confusas y variadas en redes sociales. Sin embargo, Andrew Harper, el portavoz de ACNUR en Jordania, sostiene que “no hay evidencia alguna” de que haya un menor herido y lamenta que en una situación ya de por sí “trágica” se expandan “rumores”, indica en su cuenta de Twitter.

Las protestas en Zaatari no son nuevas. Lo distinto, esta vez, es el grado de violencia alcanzado la pasada noche. Con cierta periodicidad, los refugiados sirios reclaman mejores condiciones de vida, más servicios y posibilidades educativas o laborales. Pese al “tremendo esfuerzo” del Gobierno, la ONU y las ONG que los ayudan, como recuerda Harper, aún quedan lagunas, aunque se estaban subsanando en los últimos meses y estas protestas estaban disminuyendo. La Policía jordana cree que se ha podido iniciar todo, pues, por un grupo “pequeño”, que ha encendido la llama entre la desesperación de sus vecinos, por lo que confían “no vaya a más altercados de este tipo”, confía el general.

Las autoridades jordanas llevan meses reconociendo que su principal preocupación, además de la financiación para atender a estas personas necesitadas, es la violencia en el campo, generada por la mezcla de hacinamiento –llegan unos 1.500 sirios al día hasta allí, desde la frontera, apenas a 15 kilómetros-, desempleo, angustia por la inestabilidad de su país y radicalismo, pues se está detectando la presencia de algunos elementos yihadistas.

Del total de dos millones y medios de sirios que han huido de su país por la guerra en que se ha convertido el levantamiento contra el régimen de Bachar el Asad, iniciado hace tres años y un mes, unos 600.000 están protegidos hoy en Jordania, tercer país fronterizo más acogedor tras tras Líbano –con un millón de refugiados- y Turquía –que roza los 700.000-.

En el plano interno, los combates más destacados se centran esta mañana en Damasco, donde obuses de mortero del Ejército Libre de Siria (ELS) han golpeado en la zona de la Ópera, rodeada de edificios gubernamentales. En una nota difundida en internet, los rebeldes se muestran dispuestos a hacerse con este enclave progubermanental. La agencia oficial SANA indica que esos morteros ayer hirieron a 22 personas. Las tropas de Asad, en cambio, están afanadas en el suburbio de Ghouta, de amplia mayoría opositora, donde desde hace cinco días concentran sus fuerzas.

En el norte aún no hay novedades tras la grabación de audio conocida ayer del líder de Al Qaeda, Ayman Al Zawahiri, que llamaba a los distintos grupos yihadistas a dejar de guerrear entre ellos y acabar con la “ceguera” de su luchan interna, poco útil en el reto de derrocar al régimen. El sucesor de Osama Bin Laden al frente de la organización terrorista pidió que se aclare la supuesta muerte, en febrero, de Abu Khaled Al Suri, jefe de Al Nusra, el reconocido como brazo de Al Qaeda en Siria, supuestamente a manos del ISIS, el Estado Islámico de Irak y Levante, a quien Al Zawahiri rechazó como su rostro visible en Siria, aunque sí lo es en Irak.

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