Brasil quiere ayuda de EE UU para aclarar crímenes de la dictadura
La exhumación de João Goulart y el testimonio de agentes de la operación Condor podrían esclarecer homicidios de la época
La Comisión de la Verdad de Rio Grande do Sul, con el apoyo declarado de la Comisión de la Verdad de São Paulo, quiere pedir ayuda a los Estados Unidos para que colaboren en las investigaciones a través de los testimonios de los agentes norteamericanos que participaron en la Operación Condor, dirigida a reprimir opositores de los regímenes dictatoriales de Sudamérica.
La mañana de este martes, João Vicente Goulart, hijo del expresidente João Goulart (1919-1976), apodado Jango, depuso en la comisión Vladmir Herzog, del Ayuntamiento de São Paulo. Durante su discurso, afirmó que espera que la Fiscalía brasileña “tenga la autonomía y la soberanía necesaria para abrir una acción cautelar que permita escuchar la versión de agentes norteamericanos” que actuaron en el país durante la dictadura militar (1964-1985). La solicitud de ayuda a los EE UU, a través del gobierno brasileño, se hará una vez que se publiquen los resultados de la exhumación, “algo que puede tardar entre seis meses y un año”.
El presidente de la Comisión de la Verdad de São Paulo, el médico y concejal Gilberto Natalini, apoya la idea del hijo de Goulart. “Todo se encaja. El régimen fue eliminando a partir de 1975 a todos aquellos que obstaculizarían el proceso de apertura”, asegura. Para legitimar la solicitud, João Vicente citó como ejemplo al juez Baltasar Garzón, que pidió al gobierno argentino informaciones sobre la desaparición de españoles durante la dictadura en el país suramericano y de Chile, que solicitó aclaraciones sobre la muerte de su expresidente Eduardo Frei Montalva, en 1982, por sospechas de envenenamiento.
En relación a la muerte de Jango, los testimonios citan el servicio de inteligencia norteamericano, la CIA, además del jefe del Departamento de Orden Política y Social (Dops) de São Paulo, el delegado Sergio Fleury. Pero, segundo indicó Natalini, ellos pueden estar relacionados con otros muchos asesinatos.
La familia de João Goulart espera los resultados de la exhumación del cuerpo del expresidente, depuesto por el golpe militar de 1964. El procedimiento se está haciendo en el exterior porque “Brasil no tiene la tecnología necesaria para examinar los huesos en búsqueda de una de las 35.000 sustancias que pueden comprobar que hubo envenenamiento”, dijo João Vicente. En su testimonio, recordó el testimonio del uruguayo Mario Neira, que contó a la Policía Federal en 2006 que el expresidente habría sido envenenado al intercambiarle los comprimidos, que tomaba diariamente por problemas del corazón. Neira habría trabajado para la dictadura uruguaya.
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