“Sin Irán no habrá solución en Siria”
Marwan Muasher vaticina una guerra larga y descarta cualquier intervención extranjera como solución
Marwan Muasher (1956), ex ministro de Exteriores de Jordania es un observador de excepción de las maltrechas transiciones árabes. Es un gran defensor de la cohabitación de islamistas y laicos y acaba de publicar “El segundo despertar árabe y la batalla por el pluralismo”. Vicepresidente del centro de estudios Carnegie, vaticina para Siria una guerra larga y descarta cualquier intervención extranjera como solución. Para sí mismo prepara una vuelta a Jordania, dispuesto a librar la batalla por las reformas políticas que eviten una revuelta en el reino hachemí.
Pregunta. ¿Qué puede hacer la comunidad internacional en Siria?
Respuesta. La comunidad internacional no va a actuar en el futuro próximo en Siria. En Estados Unidos se respira un espíritu de retirada en la zona. De Irak, de Afganistán. Obama fue elegido en base a un programa de retirada, después de lo que muchos estadounidenses consideraron el fracaso de la política de Bush. La guerra en Siria va a ser larga. Lo que hace falta es un proceso político, diplomático y eso no va a llegar pronto.
P. ¿Descarta una intervención Occidental por la fuerza?
R. Los rebeldes son ahora los que combaten contra los yihadistas que vienen de fuera del país y se aprovechan del vacío de poder. Tienen que ser los propios sirios los que les echen, pero evidentemente el Ejército no les va a echar porque el yihadismo les permite al régimen decir que la suya es una lucha contra el terrorismo.
P. Irán vuelve a la diplomacia internacional con el dossier nuclear, pero es a la vez un gran apoyo para el régimen de Damasco.
R. Sin Irán no habrá solución en Siria, pero como hemos visto en Ginebra, Estados Unidos no está preparado para sentarse con Irán. Hay una fuerte resistencia en el Congreso, pero no durará para siempre.
P. Una legión de expertos ha firmado ya el certificado de defunción de la primavera árabe. ¿usted también?
R. Creo que es tan naif llamarlo “primavera” como llamarlo “infierno” árabe. Esto es un proceso transformativo que no se puede pretender que culmine en tres años. La estabilidad la mantuvieron durante décadas de manera artificial los regímenes autocráticos. Cuando la olla a presión se destapó, arrancó la batalla de las ideas, que no está claro cuándo ni cómo acabará. El mundo árabe o es monolítico y no todos responderán igual. Cuando cayó el muro de Berlín, cada país siguió su propio camino y aquí pasará igual.
P. Usted defiende el pluralismo como solución. ¿Cómo se llega hasta ahí?
R. Esto no puede ser una batalla en la que ganen laicos o islamistas, porque entonces estaríamos reemplazando a unos autócratas por otros. No puede ser por ejemplo que los Hermanos Musulmanes estén prohibidos por ley. Esta es una batalla por el pluralismo y eso se consigue a través de la educación. Hace falta una generación que crea en la educación y en la democracia. Va a ser largo, pero no haya tajos para la democracia.
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