Argentina quita a Endesa un fondo para obras tras los cortes de luz
A partir de ahora será el Gobierno de Cristina Fernández el que determine qué se hará con ese dinero
Los cortes de luz en Argentina han quedado como un recuerdo de las fiestas de Navidad y fin de 2013, con la excepción de algunas interrupciones aisladas, pero las consecuencias de las deficiencias en el servicio comienzan a aparecer. El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner decidió este martes que le quitará a las dos distribuidoras de Buenos Aires, Edenor, del empresario argentino Marcelo Mindlin, y Edesur, de la española Endesa (controlada, a su vez, por la italiana ENEL), un fondo para obras de mantenimiento y expansión de la red. Este fondo, constituido con el aporte de parte de la tarifa cobrada a los clientes, consistía de 11 millones de dólares (8,2 millones de euros) para Edesur y 33 millones de dólares (24,3 millones de euros)para Edenor. A partir de ahora será el propio Ejecutivo el que determine qué se hará con ese dinero y serán las dos empresas las encargadas de ejecutar lo que mande.
Las fallas del sistema eléctrico se produjeron en medio de la ola de calor más extensa desde que el Servicio Meteorológico Nacional mide de manera constante las temperaturas, es decir, desde 1906. El fenómeno climático llevó a una mayor demanda de energía, sobre todo por los equipos de aire acondicionado. Fue entonces que durante dos semanas y media se repitieron cortes que duraban desde pocas horas hasta 15 días en determinadas manzanas de Buenos Aires y su periferia. Los vecinos llegaron a protestar con piquetes (bloqueos) en calles, avenidas, autopistas y vías de tren. La mayoría de las provincias también sufrió interrupciones, pero menos considerables. Con la excepción de la ciudad norteña de Formosa, en ningún caso llegaron a registrarse apagones masivos de urbes o barrios enteros. La ola de calor acabó el 31 de diciembre, con lo que se normalizó el servicio en casi toda Argentina. De todos modos, las altas temperaturas continúan en el verano austral.
El Gobierno de Fernández, que había llegado a amenazar con la reestatalización de las distribuidoras porteñas ante los cortes de luz, acabó primero multándolas y después quitándoles el fondo para obras. El pasado viernes, sancionó a Edenor con 12,2 millones de dólares (9 millones de euros) y a la filial de Endesa, con 32,2 millones de dólares (26 millones de euros), según la proporción de fallas de una y otra empresa. Las distribuidoras deberán usar la mayor parte de ese dinero para resarcir a los usuarios y una porción, para pagar multas al Estado por incumplimiento en el suministro. Ahora también deberán resignar recursos para obras. "Los fondos, de no haber sido por la actitud negligente de las concesionarias, deberían haber sido aplicados a obras que hubieran atenuado, al menos parcialmente la situación, de público y notorio conocimiento, que hoy padecen los usuarios", justificó su decisión el Ejecutivo en el texto de su resolución.
Las dos distribuidoras pidieron disculpas públicas a sus clientes. Primero lo hizo Edenor y el pasado lunes, la filial de Endesa. Con anuncios en la prensa, Edesur atribuyó los problemas a una “contingencia excepcional”, en referencia a la ola de calor. También informó que en 2013 había invertido 199,3 millones de dólares (146,9 millones de euros), incluidos los recursos del fondo que ahora ya no administrará más. “Estamos comprometidos a ejecutar los planes de inversión propuestos a las autoridades”, dijo la subsidiaria el lunes, un día antes de que el Gobierno le quitara una parte de los fondos previstos. La empresa no volvió a quejarse esta vez de las “bajas tarifas”, como había hecho en plena crisis energética, para disgusto de las autoridades.
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