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Desaparece una periodista en el norte de México

La reportera no regresa a casa tras cubrir un conflicto minero. La policía no ha resuelto ni uno de los 17 casos anteriores

Juan Diego Quesada
Foto de la periodista desaparecida que abre la web de su medio
Foto de la periodista desaparecida que abre la web de su medio

El portal mexicano Línea Informativa sustituyó este lunes sus tradicionales informaciones en vídeo por una gran foto en blanco y negro de una de sus corresponsales, Zola Edith Márquez Chiu, desaparecida desde el sábado en Zacatecas, en el norte. "Rogamos a las autoridades su mayor esfuerzo para preservar la integridad de una persona excepcionalmente de bien", se lee en el comunicado elaborado por la redacción.

Las cuatro últimas palabras ("persona excepcionalmente de bien") tienen un significado muy importante en un país donde a menudo las víctimas se convierten en sospechosas. Algo habrá hecho. Es la frase con la que se sepulta la posibilidad de la acción de la justicia. El procurador -fiscal- de Zacatecas, Arturo Nahle García, confirmó la desaparición de la reportera aunque matizó que no cree que se trate de un secuestro, ya que nadie se ha puesto en contacto con la familia para pedir un rescate. Se trata cuando menos un juego de palabras: en efecto, los secuestros típicos –cuyo número se ha disparado en el país este año— incluyen una exigencia de un pago. Pero los periodistas, entre muchas otras personas, han padecido levantones, que es un secuestro en los que rara vez los criminales reclaman un botín. De hecho, el retener a la persona es ya el fruto del acto criminal.

En todo caso, con lo dicho por el fiscal no queda claro si las autoridades piensan que la periodista se ha marchado por voluntad propia o que ha sido víctima de un levantón. Esta última es la peor de las opciones. De Márquez, casada y con dos hijos, no se sabe nada desde que el sábado, sobre las 14.30, saliera de casa para devolver unas películas que había alquilado. Nunca llegó al videoclub.

La periodista había estado trabajando el día anterior en un reportaje sobre el conflicto minero en la ciudad de Loreto, según explicó su jefe de información, Omar Hernández. Este, de todos modos, no cree que su desaparición tenga que ver con las informaciones que publicaba la reportera. No cubría nota roja -sucesos- ni tiene sentido que haya sido asaltada por delincuentes comunes, ya que no portaba en ese momento nada de valor. "Tampoco en el medio hemos recibido amenazas o incidentes que nos pongan en riesgo", añadió el editor.

Reporteros sin Fronteras cree que tras muchas desapariciones de periodistas se encuentran militares y policías corruptos

El asunto no puede ser más confuso. "No tiene perfil para ser secuestrada", subrayó el procurador, pero antes en la misma rueda de prensa dijo que no sabía "para dónde tirar". El marido de la periodista, trabajador también de los medios de comunicación, fue quien puso la denuncia el mismo día de los hechos.

Reporteros Sin Fronteras (RSF), desde su oficina en París, pidió a las autoridades de Zacatecas que investigue la desaparición y no descarte que haya ocurrido por su actividad profesional. "La movilización debe estar a la altura del llamamiento lanzado por su entorno. No existen todavía indicios de que haya sido secuestrada. No obstante, debe investigarse si su desaparición está relacionada con su profesión", señaló la organización en un comunicado. Las asociaciones de periodistas suelen informar desde un principio de este tipo de incidentes. Incluso aunque no haya información sólida, un concepto al que es muy difícil de llegar cuando las investigaciones suelen carecer de profesionalidad.

En lo que va del año son ya tres los periodistas desaparecidos. Al de la periodista de Zacatecas hay que sumar los casos de Sergio Landa, del diario Cardel en Veracruz y Mario Ricardo Chávez, de El Ciudadano de Tamaulipas. 18 en la última década, de acuerdo a las cifras de la organización, que cree que en algunos de los casos pueden estar implicados militares y policías corruptos. Los asesinatos de periodistas -44 durante la presidencia de Felipe Calderón y dos en lo que llevamos de mandato de Enrique Peña Nieto- y los ataques del crimen organizado a las sedes de los medios de comunicación amenazan la libertad de prensa.

 La organización en defensa de los derechos humanos, Artículo 19, muy centrada en México en defensa del ejercicio del periodismo, recalcó que la reportera suele cubrir informaciones de carácter general y sondeos ciudadanos, pero que una de sus últimas informaciones tuvo que ver con una huelga de estudiantes de su ciudad. Pidió, como sus colegas de Reporteros Sin Fronteras, la máxima dedicación a las autoridades. La policía no ha resuelto ni uno -cero- de los 17 casos anteriores.

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

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