_
_
_
_

Un terreno minado para ejercer la diplomacia

Bruselas y Moscú acumulan años de frentes abiertos

Lucía Abellán
Yanukóvich y Putin, en Kiev el pasado julio.
Yanukóvich y Putin, en Kiev el pasado julio. mikhail klimentyev (ap)

El comercio, las fronteras, los derechos humanos, las guerras en el exterior… Cuesta encontrar un solo ámbito en el que Rusia y la Unión Europea no se enfrenten de forma recurrente. Buena parte de la relación entre Bruselas y Moscú consiste en solucionar conflictos que ponen a prueba la capacidad diplomática de los dos socios. Estos son algunos de los que han surgido en la historia más reciente.

» Intervención en Chechenia (1994). La violencia que Rusia ha empleado tradicionalmente para saldar sus conflictos territoriales ha indignado a la UE. Chechenia es el principal ejemplo. La invasión de esa república secesionista provocó un grave conflicto con los líderes comunitarios, que acabaron condicionando acuerdos comerciales a la resolución de la crisis. Finalmente, Bruselas renunció a imponer sanciones.

» Acceso a Kaliningrado (2002). La gran ampliación de la UE a los países del Este provocó cambios en las fronteras que afectaron a la relación entre los dos bloques. Kaliningrado, una región rusa pero rodeada por Lituania y Polonia, quedó físicamente integrada en la UE. En las negociaciones con Rusia para resolver el tránsito de sus ciudadanos hacia Kaliningrado, Bruselas se negaba a eximirlos de visado para acceder a un territorio que es ruso, aunque alcanzarlo requiere pisar terreno comunitario. Tras varios meses de conflicto, las dos partes acordaron establecer un sistema más flexible para pasajeros frecuentes.

» Veto a la carne polaca (2005). Las autoridades rusas prohibieron las importaciones de carne y productos vegetales polacos por lo que consideraban falta de garantías sanitarias. El veto, un año después de que Varsovia se incorporara a la UE, motivó un bloqueo de las eternas negociaciones entre los dos gigantes para renovar el acuerdo de colaboración y asociación. Las barreras se levantaron finalmente en 2008.

» Guerra del gas (2009). Las tensiones que enfrentan periódicamente a Rusia con Ucrania por el suministro de gas provocaron a principios de 2009 una suspensión temporal del flujo de gas a cuatro países comunitarios. Bruselas elevó el tono, con críticas hasta del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso. Pocos días después, las partes cerraron un pacto que acabó con las hostilidades.

» Conflicto en Libia (2011). La intervención conjunta de algunas potencias europeas y Estados Unidos —con la bendición de la ONU— para desalojar a Muamar el Gadafi del poder en Libia y frenar las masacres abrieron una brecha en las relaciones exteriores con Rusia. Sus dirigentes condenaron la intervención en lo que consideraban un país soberano y criticaron duramente a la UE por la operación. A Rusia, además, le quedaba la convicción de haber prestado un apoyo, en buena medida involuntario, a esos bombardeos. La inesperada decisión de Moscú de no vetar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que permitía la intervención militar extranjera fue clave para el cambio de régimen.

La experiencia libia ha condicionado la forma de abordar la guerra en Siria. El apoyo ruso al régimen de Bachar el Asad irrita a Europa, aunque la reciente colaboración de Moscú para alcanzar una solución política ha fortalecido su posición diplomática.

» Portazo a las hortalizas europeas (2011). El temor desatado hacia las hortalizas de la UE a raíz de la llamada bacteria E.coli, a la que se atribuyeron algunas muertes y miles de infecciones, disparó la tensión entre Moscú y Bruselas. Rusia reaccionó vetando todas las importaciones de hortalizas en un movimiento que muchos analistas atribuyeron a razones políticas.

» Rescate a Chipre (2013). El plan para evitar la quiebra de Chipre ha sido “peligroso, injusto y no profesional”, le espetó el líder ruso, Vladímir Putin, a sus socios europeos. Rusia lamentó que la UE decidiera imponer una quita a los depósitos de ese país, propiedad, en gran medida, de acaudalados rusos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_