En libertad bajo fianza dos de los 30 ecologistas detenidos en el Ártico

Yekaterina Zaspa, la médico del buque Artic Sunrise de Greenpeace, y el fotógrafo Denis Siniakov serán liberados tras pagar una fianza de 2 millones de rublos (más de 45.000 euros), según decidió el lunes un juez de San Petersburgo. Zaspa es la primera persona cuya petición de ser liberada es atendida por los jueces en el grupo de 30 que fueron capturadas por el Servicio Guardafronteras de Rusia tras el intento de ocupar la plataforma perforadora Prirazlómnaia en el mar de Pechora, en el Ártico, el 18 de septiembre pasado. Los ecologistas pretendían así llamar la atención sobre los peligros de la explotación del Ártico. La plataforma Prirazlómnaia pertenece a una filial de Gazprom, el monopolista del gas ruso y una de las dos compañías controladas por el Estado que tienen derecho a explorar la plataforma continental del Ártico (la otra es Rosneft). Zapsa quedará en libertad cuando pague la fianza que le ha sido impuesta.

Los activistas de Greenpeace fueron acusados inicialmente de piratería, un cargo por el que hubieran podido ser condenados a 15 años de cárcel. Después, esta acusación fue sustituida por la de “vandalismo”, un delito que en Rusia puede ser condenado a siete años de cárcel. Tras pasar varias semanas en el calabozo en la ciudad portuaria de Murmansk, los activistas de Greenpeace fueron trasladados a principios de la semana pasada San Petersburgo, donde se encuentran actualmente.

A la ecologista se le ha impuesto una fianza de 45.000 euros

Aparentemente, tras una fase de dureza inicial extendida a todos los detenidos, las autoridades rusas han comenzado a emplear un enfoque selectivo respecto a los ecologistas. Varios recursos de los encarcelados fueron examinados el lunes por juzgados de barrio en San Petersburgo. Los jueces dictaminaron en contra de la liberación del australiano Colin Russel, de 59 años, cuya detención fue prolongada hasta el próximo 24 de febrero. Para el lunes estaba previsto que se viera también la apelación del fotógrafo Denis Siniakov, un profesional prestigioso que acompañaba a la expedición.

Zaspa es ciudadana rusa y trabaja como especialista en diagnóstico en una clínica de la Academia de Ciencias en Puschino, una localidad de la región de Moscú . Por la liberación de Zaspa ha intercedido la comunidad médica rusa, según la cual la doctora cumplía con su obligación profesional como médico del buque. “En la historia no son raros los casos cuando un médico tiene que compartir el destino de sus pacientes”, señalaba un comunicado firmado por seicientos representantes del sector médico ruso. El ejemplo más claro, afirmaban, es el del "doctor Votkin que fue fusilado junto con la familia del zar", manifestaban refiriéndose al médico de Nicolás II, fusilado con toda la familia en Yekaterinburg en 1918.