Los enfrentamientos entre islamistas y el Ejército agravan la crisis en Túnez
La oposición exige la dimisión del Gobierno islamista y la aprobación de una Constitución
Centenares de opositores al gobierno islamista tunecino se han manifestado en la capital nacional, en donde tendrá lugar un diálogo nacional para intentar resolver una profunda crisis política. Reunidos en la avenida Habib Bourguiba, los opositores han andeado banderas nacionales, coreando consignas como "el pueblo quiere la caída del régimen", "¡Fuera!" o "renuncia para el gobierno de traidores".
Además, un grupo de manifestantes ha quemado la sede del partido islamista Ennahda, gobernante en Túnez, en la ciudad de Kef, al noroeste del país. De acuerdo a testigos presenciales, los asaltantes habían saqueado el lugar por la mañana. Las paredes de la oficina estaban carbonizados y equipos destruidos. Materiales sobrantes y los neumáticos también son visibles en la calle, a los pies de este pequeño edificio.
Los islamistas y sus detractores se reunirán esta tarde para intentar resolver la crisis política desencadenada tras el asesinato de un diputado de la oposición en julio. El gobierno dirigido por el islamista Ali Larayedh se comprometió hace unos días a dejar el poder antes de fines de octubre y dejar su lugar a un gabinete independiente. Las negociaciones deberán conducir la adopción de una Constitución, cuya redacción comenzó hace dos años.
Las oficinas se encuentran a escasos metros de la casa de la familia de uno de los seis oficiales de la Guardia Nacional que murieron asesinados el pasado miércoles por la tarde en enfrentamientos con milicias islamistas en la región de Sidi Bouzid.
En los funerales a las víctimas se espera una gran afluencia en un país que atraviesa una crisis política muy grave en la que la oposición reclama la dimisión del gobierno islamista. En Kef más de 1.000 personas ya se han reunido para rendir homenaje al policía muerto frente a su casa.
Las autoridades desplegaron un importante dispositivo policial en Habib Bourguiba, lugar central de la revolución en enero de 2011, con decenas de vehículos y algunos blindados. Agentes de la policía y brigadas anti-motín estaban también presentes. Paralelamente, una manifestación a favor del régimen, convocada por la Liga de Protección de la Revolución, no tuvo lugar hasta el mediodía.
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