La corte colombiana señala a un exfiscal general por sus nexos con paramilitares

La Corte Suprema de Justicia de Colombia pidió este martes a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes que investigue al exfiscal general Luis Camilo Osorio por sus presuntos nexos con grupos paramilitares. Osorio desempeñó el cargo entre 2001 y 2005, durante las presidencias de Andrés Pastrana y Álvaro Uribe Vélez.

El proceso se desprende de una resolución de acusación, también por vínculos con paramilitares, que dictó la Corte contra la senadora Piedad Zuccardi -del partido de la U, del presidente Juan Manuel Santos-, de la que el máximo tribunal compulsó copias a la Comisión de Acusaciones, encargada de investigar a funcionarios con fuero, como los magistrados de las altas cortes, el fiscal general y el presidente de la República, entre otros.

Esta no es la primera vez que se relaciona el nombre del polémico exfiscal con grupos al margen de la ley. Durante los años que estuvo en el cargo se dieron varios escándalos por infiltración de paramilitares en la fiscalía. Por estos casos Osorio fue interrogado por la citada Comisión, sin que ninguna de las causas en su contra avanzara.

Paramilitares desmovilizados como Jorge Iván Laverde alias El Iguano han contado a la justicia que sus hombres se infiltraron en la fiscalía en el departamento de Norte de Santander, limítrofe con Venezuela, donde funcionarios de esa entidad les advertían de operativos en su contra.

Todo esto habría ocurrido durante la administración de Osorio, por lo que varias organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación han denunciado que, en vez de investigar estas irregularidades, el funcionario protegió a sus subalternos y no permitió que las pesquisas avanzaran.

Una ex funcionaria de esa seccional, Magali Moreno, asistente de la ex directora de Fiscalías de Norte de Santander, Ana María Flórez, quien fue condenada por permitir el accionar criminal de las autodefensas en ese departamento, confirmó que Flórez, hoy fugitiva, era amiga de Osorio, quien la nombró en el cargo y, pese a las evidencias, la sostuvo en su posición.

Respaldando esta versión, en 2008 una ex fiscal, Élsida Molina Méndez, declaró en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes que durante la administración de Osorio en la Fiscalía General “en Cúcuta los paramilitares mandaban en la institución” y como resultado de esta infiltración se registraron muchos asesinatos en esa región. Osorio también ha sido señalado de haber archivado investigaciones como la que se dirigía contra el exgeneral Rito Alejo del Río, condenado en agosto de 2012 por el asesinato de un campesino a manos del Bloque Élmer Cárdenas de las Autodefensas Unidas de Colombia.

Durante su mandato como fiscal general se abstuvo en una investigación contra el exgobernador de Sucre, Salvador Arana, acusado del asesinato de un alcalde de su departamento, quien lo había denunciado públicamente por preparar un plan para matarlo en complicidad con paramilitares. Durante el período de su sucesor, Mario Iguarán, el caso se reabrió y Arana fue condenado por la Corte Suprema a 40 años por la muerte del funcionario.

Después de salir de la Fiscalía, Osorio fue nombrado por el entonces presidente Uribe como embajador en Italia y México. En este último país estuvo entre 2006 y 2010.

En una carta enviada el miércoles a medios de comunicación colombianos, el exfiscal Osorio aseguró que nunca tuvo vínculos con grupos paramilitares ni se reunió con alguno de sus jefes, algo en lo que ha insistido en el pasado. “Bajo ninguna circunstancia toleré o propicié actividades al margen de la ley; por el contrario, perseguí con severidad y eficacia, en mi condición de Fiscal General de la Nación, todas las formas de criminalidad. Finalmente, lideré y promoví el sistema acusatorio, verdadera resolución de la justicia”, dijo en el comunicado.