Santos recupera parte de su popularidad perdida por el manejo del paro agrario

Tras el desplome de la popularidad que tuvo el presidente Juan Manuel Santos hace un mes por el manejo que hizo del paro nacional agrario –lo que le significó tocar fondo con un 21%, según la encuesta Gallup–, ahora el sondeo del momento muestra un leve repunte, aunque esto no significa que se haya recuperado.

Así se desprende de la más reciente encuesta del Centro Nacional de Consultoría divulgada el lunes, donde la imagen favorable del mandatario llegó al 43%. En la medición anterior realizada por este Centro en septiembre, su imagen estaba en un 34%, lo que representa una subida de nueve puntos.

De esta manera, Juan Manuel Santos parece estar dejando atrás, lentamente, su septiembre negro cuando los colombianos lo castigaron con una imagen desfavorable del 72%. La nueva encuesta, que se hizo a 1.000 personas en 118 municipios del país, también reveló que la aprobación de su gestión pasó del 34 al 41%.

Según estos resultados, los colombianos, pesimistas por tradición, empiezan a reconocer que el país podría estar mejorando y un 39% se siente optimista, frente a un 27% registrado el mes pasado. La percepción de que el manejo de la economía es bueno pasó de un 13 al 20%.

Otras dos estadísticas mostraron una ligera variación. La opinión de los que creen que las políticas para favorecer el empleo son adecuadas pasó de 12 a 14%, mientras que los colombianos que piensan que el gobierno le está dando un correcto manejo a la crisis que afronta desde hace décadas el agro colombiano, repuntó de un 8 por ciento registrado en septiembre a un 14 por ciento en octubre. Esto último, a pesar de que el nuevo ministro de agricultura, Rubén Darío Lizarralde, no ha podido caldear los ánimos en el sector tras las protestas campesinas.

Las explicaciones a este mejoramiento –que si bien sigue desaprobando la gestión de Santos- se podría explicar en que el presidente colombiano logró finalmente conjurar varias protestas al tiempo y además dio un timonazo en el manejo político de su gabinete ministerial, esto último le permitió empezar a capotear las críticas de varios sectores políticos sobre la poca representatividad regional en los ministerios.

Otro factor que le permitió a Santos revertir su caída en las encuestas, fue el anuncio, por fin, de la estrategia que utilizará Colombia frente al fallo adverso de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que le quitó a Colombia cerca de 75 mil kilómetros cuadrados de mar para dárselos a Nicaragua. Santos se mostró fuerte en la defensa de la soberanía del archipiélago de San Andrés y Providencia, al tiempo que anunció que la decisión de la CIJ es inaplicable porque va en contra de la constitución colombiana, algo que le significó el apoyo de sectores de la oposición y de la mayoría de la opinión pública.

Otra cruzada que inició el mandatario colombiano fue intentar convencer a los colombianos de la conveniencia del actual proceso de paz con la guerrilla de las FARC, a pesar de los pocos avances en la negociación, en donde apenas se ha logrado acuerdos sobre uno de los seis puntos de la agenda de seis. En su discurso en la Asamblea General de Naciones Unidas, Santos le dejó claro a las FARC, que era la “hora de las decisiones” y que se debía acelerar el ritmo porque la paciencia de los colombianos tiene un límite. Durante la última semana ha insistido en este punto a nivel local enviándoles mensajes de urgencia.

Sin embargo, las encuestas le siguen pasando la cuenta de cobro a Santos y necesitará mucho más para revertir la tendencia. Según el Centro Nacional de Consultoría, la desaprobación de su gobierno está en 58% y el 60% considera que el país va por mal camino. Esto, a poco más de un mes de anunciar si se lanza o no a la reelección, le muestra un panorama nada fácil a la hora de emprender una nueva campaña presidencial.