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Los países de Asia-Pacífico apuestan por la prudencia contra la crisis

El documento recoge también la intención de mejorar las infraestructuras de la región para impulsar el crecimiento

Los jefes de Estado presentes en la cumbre posan para la foto de familia.
Los jefes de Estado presentes en la cumbre posan para la foto de familia.ALEX IBAÑEZ (EFE)

Con un nota de preocupación sobre el estado de la economía mundial, aderezada con una muestra de confianza en la fortaleza de la zona. Así han clausurado este martes los líderes de los 21 países y regiones del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, en sus siglas en inglés) la cumbre que han celebrado esta semana en la isla indonesia de Bali. La declaración final, con el ilustrativo título “Resistente Asia-Pacífico, motor de crecimiento global”, recoge el compromiso del dispar grupo –en él participan desde Estados Unidos y Australia a China, Rusia, Vietnam, Filipinas, Hong Kong, México, Perú y Chile- de implementar políticas macroeconómicas que ayuden a compensar la ralentización de la economía mundial y la debilidad del comercio.

“El crecimiento global es demasiado débil, los riesgos permanecen, el comercio global se está debilitando y la perspectiva económica sugiere que el crecimiento será más lento y menos equilibrado de lo deseado. Compartimos el sentido de urgencia de una colaboración en toda la región para crear empleos de mayor calidad y más productivos, atraer la inversión privada, reducir la pobreza y mejorar los niveles de vida”, señala la declaración conjunta. Para añadir acto seguido: “Implementaremos políticas macroeconómicas prudentes y responsables para garantizar el efecto de crecimiento fortalecedor mutuo y mantener la estabilidad económica y financiera en la región, y prevenir los efectos secundarios negativos”. El documento recoge también la intención de mejorar las infraestructuras, pero la mayor parte del texto es una reiteración de objetivos fijados hace tiempo.

La cumbre anual de APEC ha estado marcada por la ausencia del presidente estadounidense, Barack Obama

La cumbre anual de APEC ha estado marcada por la ausencia del presidente estadounidense, Barack Obama, quien a última hora canceló su participación, debido al bloqueo presupuestario que ha paralizado la administración estadounidense y podría dar lugar a mediados de mes a la suspensión de pagos.

La agenda oficial de la reunión de APEC, cuyos miembros representan más de la mitad del producto interior bruto (PIB) del mundo y más de 3.000 millones de habitantes, giraba en torno a los esfuerzos para tejer el consenso sobre una mayor liberalización del comercio. Pero las disputas territoriales entre China y sus vecinos, en particular con Japón, han sido una constante en los encuentros y los discursos. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, afirma que la puerta está abierta al diálogo, pero Tokio ha rechazado continuamente admitir que existe un conflicto sobre un grupo de islas deshabitadas denominadas Senkaku por Japón y que reclama China, que las llama Diaoyu. Japón, que controla el archipiélago, dice que no hay nada que discutir, que son territorio suyo y que Pekín debería pasar a asuntos más importantes entre la segunda y la tercera economías del mundo; China y Japón, respectivamente. La cumbre de APEC 2014 se celebrará en China.

El marco de APEC ha servido también para intensas negociaciones sobre un ambicioso tratado de libre comercio impulsado por Estados Unidos, que incluiría a 12 países de la región Asia-Pacífico. Las naciones integrantes han emitido una declaración conjunta en la que aseguran que están en buena vía para concluir el denominado Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, en sus siglas en inglés) antes de final de año como quiere Washington. Afirman que han hecho “importantes progresos” en lo que respecta a la fijación de las normas para el comercio de bienes y servicios, la inversión y las compras públicas.

El TPP fue lanzado en 2011 en la reunión de APEC en Honolulú, como parte del esfuerzo de Obama de redirigir la atención hacia Asia. Uno de sus objetivos es incrementar las exportaciones a la región y, en consecuencia, crear puestos de trabajo en Estados Unidos. Los 12 países participantes son Estados Unidos, Japón, Canadá, México, Australia, Nueva Zelanda, Perú, Chile, Vietnam, Malasia, Singapur y Brunei.

Este tratado afectaría a una zona que representa casi el 40% de la economía mundial, alrededor de un tercio del comercio y tiene una población de 800 millones de personas. Pero el representante de Comercio estadounidense, Michael Froman, ha reconocido que “al final el contenido marcará el calendario”, informa Associated Press. “No vamos a acordar un mal trato solo por cumplir el plazo”, ha dicho. Lo mismo habían señalado multinacionales estadounidenses como Wal-Mart y Fedex, que han manifestado su inquietud sobre lo ajustado del plazo y han afirmado que un acuerdo demasiado acelerado podría llevar a los representantes estadounidenses a hacer concesiones no deseables.

La Administración de Obama ha defendido con ahínco el TPP, que fijaría “las normas de oro” para hacer frente a los complejos cambios de la economía en el siglo XXI, como la gestión de los datos informáticos en ‘la nube’ y la propiedad intelectual. Pero China –que no forma parte del TPP- y otros países en desarrollo que sí están en él han mostrado inquietud porque consideran que sentará bases de comercio que beneficiarán principalmente a los países más ricos y las empresas más poderosas. “El Acuerdo de Asociación Transpacífico (…) es considerado por muchos como un nuevo paso de Estados Unidos para dominar la economía en la región Asia-Pacífico”, aseguraba el lunes el diario oficial en inglés China Daily en una pieza sobre la participación del presidente chino, Xi Jinping, en la cumbre de APEC.

Froman ha asegurado que los ministros de Comercio podrían volver a discutir el TPP en el marco de la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que tendrá lugar el 3 de diciembre también en Bali, con el objetivo de cerrar el acuerdo para final de año. Sin embargo, ha reconocido que quedan temas por resolver; entre ellos, los relacionados con la propiedad intelectual, las condiciones laborales y el medio ambiente.

El tratado de libre comercio entre los 12 países es un tema muy sensible en lugares como Malasia y Vietnam, cuyos sistemas políticos podrían verse sacudidos por intrusiones en áreas como las compras gubernamentales y las empresas estatales. A Estados Unidos, le serviría para complementar su giro diplomático, económico y militar hacia Asia, incrementar su presencia en una región con rápido crecimiento y, al mismo tiempo, compensar la ascendente influencia de China. Los críticos aseguran que el TPP supone una invasión de poderío estadounidense y concede a las grandes corporaciones poderes sin precedentes para desafiar las políticas nacionales y usurpar la soberanía y las leyes nacionales en áreas como la Sanidad en nombre del libre comercio.

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