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Los inspectores comienzan a destruir los arsenales químicos de El Asad

Deberán destrozar las reservas de gases venosos del régimen de El Asad antes de 2014 Llegaron el martes a Damasco enviados por el Consejo de Seguridad de la ONU John Kerry afirma que el Gobierno sirio está ganando "crédito" con su cooperación

El convoy de inspectores de la ONU, el sábado en Damasco.
El convoy de inspectores de la ONU, el sábado en Damasco.YOUSSEF BADAWI (EFE)

El equipo de inspectores que el martes llegó a Siria para eliminar sus arsenales químicos comenzó este domingo el proceso de destrucción de estos, dentro del plazo estipulado, que contempla la desmantelación de los laboratorios e instalaciones de producción antes de noviembre. Este lunes en Indonesia el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, ha expresado su satisfacción con el inicio del desarme químico: "Yo pienso que esto le da crédito al régimen de El Asad. Es un buen comienzo".

Según el acuerdo sellado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, impulsado por Rusia y Estados Unidos, el régimen de Bachar el Asad deberá haber eliminado todos sus arsenales antes de mediados de 2014, un compromiso al que llegó el mes pasado para evitar un ataque con misiles de EE UU en respuesta a un supuesto ataque con gas sarín en las afueras de Damasco en el que murieron cientos de personas.

“El primer material a destruir son las cabezas de misiles y otros proyectiles similares que se pueden emplear para dispersar los agentes tóxicos, como bombas aéreas”, dijo en conversación telefónica uno de los la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) que pidió no ser identificado. Además, en estas jornadas iniciales se comenzará a desmantelar las plantas de mezclado de químicos y de ensamblaje final de esos proyectiles. Según una investigación de la ONU, el 21 de agosto se emplearon misiles cargados con gas sarín en la zona de Ghuta, controlada por los rebeldes, en Damasco. Un análisis de EE UU estima 1.429 muertos en él y acusa al gobierno de El Asad de ser autor del ataque, algo que este niega.

Trabajan en Damasco 19 investigadores de la OPAQ, expertos en el manejo y destrucción de esas sustancias venenosas, y 14 enviados de la ONU, que deberán, además, mediar con los rebeldes para poder entrar en las zonas que estos dominan. Según la inteligencia israelí, que controla desde hace décadas los arsenales químicos de Siria, El Asad dispone de 1.000 toneladas de materiales tóxicos como gases sarín y mostaza o el agente nervioso XV, diseminados en 20 depósitos, todos a recaudo del régimen. Hasta el mes pasado Damasco no había admitido oficialmente que dispusiera de esas armas. Cuando reveló la existencia de sus arsenales, dijo que los había amasado para defenderse de Israel, con quien está en guerra desde 1948.

El régimen sirio mantiene no haber usado sus arsenales en la guerra que afecta al país desde marzo de 2011, en la que han muerto más de 100.000 personas. Los inspectores de la Asamblea General de la ONU, que han entrado en el país ya en dos ocasiones, han investigado al menos ocho ataques en los que sospechan que se han empleado químicos. En la mayoría de los casos se sospecha del uso de sarín, un agente nervioso desarrollado en 1938 en la Alemania nazi y empleado por Sadam Hussein en zona kurda Irak en 1988, en un ataque en el que fallecieron más de 5.000 personas.

Los oficiales de la ONU y la OPAQ que trabajan en el desmantelamiento de los arsenales de El Asad han recibido inventarios y documentos del régimen que consideran satisfactorios, y de momento la colaboración de este ha permitido comenzar ese proceso de destrucción dentro de plazo. El mes pasado la Coalición Nacional Siria, el grupo opositor radicado en el extranjero al que reconoce como interlocutor occidente, dijo que Damasco había ocultado, con ayuda de aliados extranjeros, cuantiosas reservas de sus agentes químicos, poniendo en entredicho las disposición de El Asad.

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