Maduro pedirá al Parlamento poderes especiales para legislar

Era cuestión de horas que el plan trazado por el Gobierno de Venezuela se concretara. El próximo martes, el presidente Nicolás Maduro presentará ante la Asamblea Nacional la solicitud para que le sean conferidos poderes legislativos temporales. El mandatario aún no ha revelado por cuánto tiempo pedirá la facultad para sancionar leyes. La petición llega en un momento crítico para Maduro, que dirige un país con crónicos problemas de abastecimiento de alimentos e insumos básicos y que acumula la inflación más alta del continente en lo que va de año (32,5% entre enero y agosto de 2013).

El chavismo se ha tomado esta circunstancia como una prueba para su temperamento y ha armado toda una narración épica como las que gustaban a su líder. Si la escasez apremia no es consecuencia de políticas económicas que han limitado la oferta, sino de una conspiración fraguada por los dueños de los medios de producción para desbancar a la autodenominada revolución bolivariana. En principio, y a juzgar por lo dicho por Maduro a lo largo del día, todo parece indicar que el Gobierno utilizará la Ley Habilitante para enfrentar la crisis económica y la corrupción. En el pasado, sin embargo, iniciativas similares le han servido al chavismo para avanzar en la destrucción de todo aquello que colisiona con sus intereses y en la progresiva instauración de un modelo de inspiración cubana.

Esa nueva idea del Gobierno es posible porque han encontrado una rendija para colarse. Este jueves, la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, solicitó ante el Supremo un antejuicio de mérito contra la diputada María Mercedes Aranguren, una antigua aliada del Gobierno presuntamente responsable de malos manejos en la administración de un campo de fútbol en el Estado Monagas, al oriente del país. Si el Supremo encuentra razones y aprueba la petición, el parlamentario suplente de Aranguren, Carlos Flores, podrá incorporarse a la cámara. Al oficialismo sólo le faltaría el voto de Flores –ahora tiene 98- para completar las tres quintas partes de la cámara necesarias para votar a favor de la habilitación.

En los últimos meses, la mayoría oficialista allanó la inmunidad parlamentaria del diputado de Primero Justicia, Richard Mardo, e investigó al diputado Juan Carlos Caldera por recibir dinero del empresario petrolero Wilmer Ruperti para financiar su campaña como candidato a alcalde de un municipio de Caracas, todo con la esperanza de encontrar el camino para responder a las aspiraciones de Maduro. Tras el fracaso de estos planes, la gobernadora del Estado Falcon, Stella Lugo, pidió una averiguación penal contra la parlamentaria y excandidata presidencial María Corina Machado, a quien acusaron de repartir propaganda de guerra en la refinería de Amuay en Falcón (noroeste del país), con motivo del primer aniversario de la explosión que dejó casi 50 fallecidos. Machado y otros parlamentarios daban a conocer los resultados de una investigación que dejaba al descubierto las responsabilidades de la gerencia en las fallas que provocaron la tragedia.

Se espera que el martes Maduro también informe sobre los planes específicos para salir del atolladero en el que se encuentra el país. En todos sus últimos discursos, el Presidente ha insistido en que el país está lejos de la bancarrota, desestimando así los cálculos de economistas contrarios a su Gobierno, quienes remarcan la poca disponibilidad de reservas líquidas para pagar las importaciones (Venezuela importa 96% de lo que consume).

Son días difíciles e inciertos que abonan toda clase de rumores sobre descontento entre la parcialidad chavista y en las Fuerzas Armadas. Esa impresión se acrecentó el jueves cuando, a causa de un cuadro febril, el jefe del Estado suspendió un viaje a Cochabamba (Bolivia) donde iba a encabezar una reunión de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA). Este viernes, el Presidente no parecía indispuesto cuando participó en un acto de entrega de vehículos a los militares. “Les garantizamos a los oficiales de la FAN hasta el último bolívar de sus aguinaldos”, dijo Maduro para desestimar los rumores de falta de dinero.

Sólo al anochecer su voz dio muestras de agotamiento. El Presidente estaba en un acto que conmemoraba el último mitin de Hugo Chávez quien, según Maduro, acusaba ese día agudos dolores por el tratamiento contra el cáncer. “Está nuestro pueblo listo para una ofensiva arrasadora”, gritó eufórico a la concurrencia, que respondió con un débil “Sí”. “Si continúa la guerra económica, voy a llamar al pueblo a radicalizar la revolución”.