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El FBI distribuye un vídeo en el que se ve el asalto del pistolero de Washington

La Agencia Federal dice que Aaron Alexis actuó solo y que sufría de paranoia que le hacía creer que era controlado por ondas electromagnéticas

Yolanda Monge
Fotografía cedida por el FBI que muestra a Aaron Alexis con una escopeta Remington.
Fotografía cedida por el FBI que muestra a Aaron Alexis con una escopeta Remington. FBI/HANDOUT (EFE)

El FBI ha hecho público hoy un vídeo en el que se ve al autor de la masacre de la semana pasada en el Mando de Operaciones de la Marina en Washington llegar al lugar y comenzar a disparar de forma indiscriminada contra la gente que se iba encontrando según avanzaba por dentro del edificio.

Según la Agencia Federal de Investigación, Aaron Alexis actuó solo tras decidir acabar con el tormento que suponía su vida, que estaba siendo controlada “por ondas electromagnéticas”, según ha informado Valerie Parlave, la portavoz del FBI a cargo de la investigación. Según la agente, no existe ningún indicio de que Alexis, 34 años, con graves problemas mentales y brotes paranoicos, buscara individuos concretos contra los que descargar su furia.

Nadie fue capaz de detectar los problemas psicológicos que sufría este neoyorquino con residencia en Texas que el lunes 16 acababa con la vida de 12 personas antes de que los agentes del orden le abatieran. Exreservista del Ejército, Alexis tenía una credencial que le garantizó el acceso a uno de los edificios con más seguridad de la capital de EEUU, donde trabajaba a cargo del sistema informático.

El FBI ha declarado en rueda de prensa que Alexis estaba “preparado para morir”. “Aceptó la muerte como consecuencia de sus actos”, ha puntualizado Parlave. Tras llegar en coche al conocido como Navy Yard, Alexis se dirigió al baño donde montó la escopeta con la que comenzó su asalto. Después se dirigió al edificio 197, en el que trabajaba –lo que en principio hizo pensar que saldaba cuentas con sus compañeros de trabajo por alguna disputa laboral- y comenzó a disparar contra los empleados, todos civiles, mientras parecía esconderse de un perseguidor. Su baño de sangre solo acabó cuando fue abatido.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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