“Estuvimos cuatro horas escondidos en un probador. Mi hija no paraba de llorar”
La española evacuada en el atentado de Kenia junto a su hija de 12 años relata su odisea "Nunca he visto nada igual en los 22 años que llevo viviendo en Nairobi"
La ciudadana española evacuada con su hija ilesas del centro comercial de Nairobi que ha sido atacado por un grupo armado, atentado en el que han muerto al menos 62 personas, ha asegurado que se refugiaron en unos probadores porque temían que los asaltantes estuvieran buscando a la gente "tienda por tienda". Silvia, de origen canario, y su hija, de 12 años, compraban en una tienda de ropa cuando escucharon los primeros disparos, sobre las 13:00 hora local (11:00 hora GMT), y permanecieron en el interior durante cuatro horas hasta que pudieron ser rescatadas por el techo del edificio.
"Nunca he visto nada igual en los 22 años que llevo viviendo en Nairobi", aseguró la española, quien como muchos extranjeros y kenianos de clase media alta frecuenta el centro comercial de Westgate, uno de los más grandes y lujosos de la capital keniana. Las dos se encontraban mirando ropa en una conocida tienda keniana cuando oyeron un estruendo que en principio achacaron al derrumbe de alguna gran estructura de madera. "Entonces la gente, un poco asustada, empezó a entrar en la tienda y entendimos que lo que estábamos oyendo eran disparos", relata ya desde su casa, donde se encuentra "bien" a pesar de lo vivido.
Silvia y su hija permanecieron cuatro horas encerradas en los probadores, escuchando intercambios continuos de disparos durante las primeras horas, e intercambiando información con otros clientes del establecimiento. "Estábamos sentados, callados, y cada vez que alguien recibía una llamada nos asustábamos", recuerda. A través de mensajes de texto a móviles, algunas llamadas y con los datos que una periodista italiana le iba relatando, los clientes de la franquicia de Woolworths conocieron lo que estaba ocurriendo en el piso de abajo.
Mi hija no paraba de llorar. Había mucho ruido y disparos"
Al parecer, los asaltantes se habían atrincherado en un supermercado de Nakumatt, la primera cadena agroalimentaria keniana, en la planta baja. Arriba, nadie se atrevía a salir de las tiendas. "Mi hija no paraba de llorar. Había mucho ruido y disparos", apunta. Dos niños, de 9 y 11, que habían perdido a sus padres, esperaron junto a Silvia y el resto de los ocupantes de la tienda. Todos fueron liberados por los agentes de seguridad por el piso superior. "Nos sacaron en fila india", señala Silvia.
Al salir, la tranquilidad que muchos habían guardado en el interior estalló en lágrimas y ataques de nervios, por los que fueron atendidos en ambulancias. La autoría del asalto la ha asumido el movimiento extremista Al Shabab, vinculado con la red terrorista internacional Al Qaeda. A estas horas de la noche, la tensión es máxima en el citado centro comercial, ya que los asaltantes -se calcula una decena- se mantienen atrincherados y rodeados por las fuerzas de Seguridad kenianas. El secretario de Interior de Kenia, Mutea Iringo, ha asegurado que el Gobierno "no cejará en esta guerra" ni "correrá riesgos" para solucionar el asalto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.