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Rusia refuerza su presencia en el Ártico

Moscú reabre una base naval frente a las costas de Siberia que llevaba clausurada desde 1993

Pilar Bonet
El rompehielos ruso 'Almirante Makarov'.
El rompehielos ruso 'Almirante Makarov'.L. VOLOZHANTSEVA (AFP)

En su esfuerzo por asegurarse la progresiva explotación de recursos y recuperar las posiciones que en el pasado tuviera la URSS, Rusia reafirma su presencia militar en el Ártico. A este efecto, el presidente Vladímir Putin anunció que Rusia va a reabrir una base militar que fue clausurada en 1993 en las islas de Novosibirsk. Estas islas están situadas frente a las costas de Yakutia, entre el mar de Laptev y el mar de Siberia Oriental.

Rusia reabre esta base militar para ejercer un control eficaz y seguro en esta parte del Ártico, dijo Putin en una reunión en el ministerio de Defensa el pasado lunes en Moscú. “Nuestros militares se marcharon de allí en 1993 y, a propósito, este es un punto muy importante en el Oceano Glacial Ártico: una nueva etapa en la apertura de la ruta marítima del norte”, afirmó el presidente. Putin anunció que además de la reapertura de la base, se reparará el aeropuerto allí existente y se posibilitará la colaboración de representantes del ministerio de Situaciones de Emergencia, hidrólogos y especialistas en el clima para garantizar la seguridad y eficacia del trabajo en la ruta marítima del norte. Según el diario The Moscow Times, el aeropuerto comenzará a funcionar plenamente el próximo noviembre y en él podrán aterrizar aviones An-72 y An-74, así como aparatos de carga Iliushin-76.

Rusia es miembro del Consejo del Ártico, junto con EEUU, Canadá, Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia. En el marco de su política de transportes, Moscú planea abrir la ruta marítima por el Ártico de forma permanente con ayuda de rompehielos atómicos. Por el momento, esa ruta, posibilitada por el cambio climático, sólo funciona durante varias semanas al año. El desarrollo del Ártico está vinculado con los grandiosos proyectos para la explotación de la plataforma continental, tarea que ha sido puesta bajo el control de las dos grandes empresas energéticas controladas por el Estado ruso, Rosneft y Gazprom, Estas compañías han buscado socios occidentales con el fin de abordar conjuntamente enormes inversiones y tareas de gran dificultad técnica.

En los últimos años, Moscú ha incrementado su presencia militar en el Ártico. En 2008 los militares rusos anunciaron que ampliaban el radio de acción de los submarinos de la Flota del Norte (con base en Severomorsk en el mar de Barents). En 2011 informaron de los planes para crear dos brigadas árticas que, tras alguna demora, comenzarán a funcionar en 2015. Los políticos rusos son especialmente sensibles a los planes de China en relación al Ártico. Las rutas por el Ártico pueden rebajarle a China el coste de los transportes marítimos en 120.000 millones de dólares al año y reducir sustancialmente el plazo de suministro de carga y el gasto de combustible, según manifestaba el especialista Mijail Zhukov al periódico Parlamentskaia Gazeta.

La ruta del Ártico, el camino más corto entre Europa y Asia, permite ahorrar un 40% de tiempo y combustible, pero por el momento no hay la necesaria infraestructura de navegación y ésta sólo ahora comienza a crearse, señalaba el vicesecretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Yevgueni Lukianov a la agencia Ria Novosti.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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