Un caso de corrupción en Washington salpica la campaña de Clinton de 2008
Los resultados de la investigación federal pueden perjudicar las opciones de Clinton en 2016
Un hombre de negocios de Washington, un ejecutivo de Nueva York y el alcalde de Washington eran hasta esta semana los protagonistas de una trama de corrupción que investigan las autoridades federales desde hace dos años. Esta semana, el diario The Washington Post ha adelantado que varios documentos entregados a la justicia revelan que el empresario Jeffrey Thompson habría financiado desde la capital una campaña para conseguir votos para la candidatura de Hillary Clinton a la presidencia en 2008.
Thompson está siendo investigado por sufragar una campaña secreta a favor del alcalde, Vincent Gray, en 2010. Pero, según los documentos consultados por el Post, también habría pagado 608.000 dólares a Troy White, un ejecutivo neoyorquino especializado en iniciativas políticas, para mejorar las opciones de Clinton en cuatro estados.
Aquella campaña, basada en el reparto de posters y panfletos en zonas urbanas, habría comenzado en febrero de 2008 en Texas, cuando Clinton se enfrentaba con el entonces senador Barack Obama por la candidatura demócrata. La investigación en torno a Thompson ha alcanzado así nivel nacional y puede tener consecuencias para Clinton y su potencial apuesta por la Casa Blanca en 2016.
Los portavoces de la campaña de 2008 consultados por el Post niegan tener conocimiento de ninguna de las actividades de White. “Estoy totalmente convencido de que no tenía nada que ver con nosotros”, ha declarado al diario Garry Mauro, el presidente de la campaña de Clinton en Texas. “Yo estuve en las oficinas prácticamente todos los días, recorrí todo el estado y nunca oí hablar de esta persona”.
El donante que habría financiado esa campaña, Thompson, sí es conocido en la capital, donde una investigación del Post le calificó como “el gobernador de DC” por su nivel de influencia. El empresario contribuyó a las apuestas electorales de Bill y Hillary Clinton, así como las del presidente Obama en 2008 y 2012, según documentos de la Comisión Electoral consultados por el periódico.
La legislación estadounidense requiere que sean los donantes quien declaren las cantidades entregadas a iniciativas electorales. White reconoció este miércoles ante la justicia que no declaró ante la Comisión Electoral Federal -el organismo encargado de vigilar la financiación de campañas- que había recibido 608.000 dólares por parte de Thompson. Aunque los comités electorales no están obligados a informar de los gastos de entidades independientes, sí tienen prohibido coordinar campañas con partidos o candidatos políticos.
El abogado de la campaña de Clinton ha declarado al Post que rechazaron los servicios de White en cuanto éste se puso en contacto con ellos. Sin embargo, los documentos consultados por el diario muestran que Minyon Moore, asesora de la campaña de Clinton y antes miembro del gabinete de Bill Clinton en la Casa Blanca, habría ayudado a conectar la iniciativa de White con la financiación de Thompson.
Según las fuentes de la investigación a las que ha tenido acceso el periódico de la capital, el empresario White habría estado en contacto con Moore -ahora abogada en una consultora de Washington- y ésta habría coordinado la entrega de material de campaña como posters y pegatinas. El documento judicial que cita el Post menciona que la asesora también le proporcionó “información interna confidencial” sobre el itinerario de la campaña.
La financiación ilegal por parte de Thompson es objeto de investigación de la justicia tras entregar dinero a través de una de sus empresas a la campaña por la alcaldía de Washington del demócrata Vincent Gray. Thompson también habría participado en una campaña secreta para favorecer la victoria del alcalde. Éste se ha visto salpicado por varias pesquisas y ya hay tres concejales de su equipo que se han declarado culpables por diferentes casos de corrupción.
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