Un médico de MSF muere asesinado al norte de Siria

Un colaborador de Médicos sin Fronteras ha muerto asesinado en Siria. El cadáver de Mohamed Abyad, de 28 años, fue encontrado el martes en la provincia de Alepo, al norte del país y uno de los puntos del país árabe donde los enfrentamientos entre las tropas del régimen y los rebeldes han sido más feroces. Según un comunicado distribuido por la ONG, Abyad trabajaba en un hospital de Médicos sin Fronteras dedicado a tratar a las víctimas del conflicto. No se conocen más detalles del crimen.

El pasado 28 de agosto, Médicos sin Fronteras anunció que sus hospitales en las afueras de Damasco trataron el miércoles 21 a 3.600 personas "con síntomas neurotóxicos", de las que 355 murieron. Esta comunicación fue la primera corroboración independiente de la veracidad del ataque con armas químicas denunciado por la oposición siria.

La organización no gubernamental ha denunciado que los médicos son, cada vez más, víctimas y objetivos en las zonas en conflicto. Según Teresa Sancristóval, responsable de la unidad de emergencias de MSF España, en una intervención humanitaria "hay que ser capaces de entender bien cuáles son las amenazas, hasta dónde podemos mitigarlas y, en base a esto, decidir si aceptamos el riesgo". El presidente de MSF España, José Antonio Bastos, afirmó en una entrevista a este diario el pasado día 17 que "aunque seamos una organización formada por voluntarios comprometidos, entusiastas, que asumimos riesgos para ayudar a otras personas en situación difícil, no somos mártires. Respetamos la vida humana, pero también las nuestras”.

La ONG no ha querido comentar las consecuencias que pueda tener el asesinato de Abyad en sus operaciones en Siria, donde de junio de 2012 a junio de 2013 llevó a cabo 55.000 consultas y 2.800 intervenciones quirúrgicas. El pasado 14 de agosto, Médicos sin Fronteras se retiró de Somalia con el argumento de que les faltaban "las garantías mínimas de seguridad" para llevar a cabo su labor humanitaria.