Condenado en EE UU un militar acusado del asesinato del jesuita Ellacuría en 1989
Un juez sentencia a un coronel salvadoreño por un delito migratorio. La Audiencia Nacional de España ha pedido su extradición por el homicidio de cinco sacerdotes españoles en 1989
El coronel salvadoreño Inocente Orlando Montano, ex viceministro de Seguridad Pública, fue condenado este martes a 21 meses de cárcel en Estados Unidos por un juez de la ciudad de Boston, donde fue enjuiciado por fraude migratorio y por perjurio. El juicio estuvo marcado por un intenso debate por su participación en la matanza de seis sacerdotes jesuitas, cinco de origen español, en noviembre de 1989 en plena guerra civil salvadoreña. Entre los asesinados aquella madrugada de noviembre estaban los destacados teólogos Ignacio Ellacuría, Segundo Montos e Ignacio Martín Baró, que también eran rectores de la Universidad Centroamericana (UCA).
Montano enfrentará en prisión una solicitud de extradición a España de parte de la Audiencia Nacional, que lo acusa del crimen de los jesuitas, según ha explicado a El PAÍS la abogada Almudena Bernabéu, parte querellante en el proceso abierto en Madrid, que implica a una veintena de altos oficiales de El Salvador.
Bernabéu dijo que estaba satisfecha por la condena a Montano, dado que recibió el máximo castigo que dicta la guía federal estadounidense para el tipo de delitos por los que fue juzgado. A Montano se le enjuició porque mintió a las autoridades migratorias cuando entró a territorio estadounidense: negó que había sido militar, cuando en realidad durante la guerra civil fue uno de los militares con más poder e influencia, como comandante de campo, y también lo fue al final del conflicto como el encargado de seguridad pública.
El juez sugirió que ahora Montano debería ser juzgado en otro lugar por los asuntos de la guerra
La abogada Almudena Bernabéu, del Centro de Justicia y Responsabilidad de San Francisco, sostuvo que el juez Douglas Woodlock hizo constar en su sentencia que “sí hay prueba de la responsabilidad de Montano” por su posición como alto oficial durante el conflicto armado salvadoreño (1980-1992). Expertos en derechos humanos de Estados Unidos, como Terry Karl, vincularon a Montano con decenas de asesinatos, desapariciones y torturas durante la guerra civil salvadoreña, que duró 12 años y dejó 75.000 muertos, 8.000 desaparecidos y un millón de refugiados.
Bernabéu también subrayó que Woodlock reconoció que su corte no era el lugar idóneo para que Montano fuera juzgado por esos crímenes y que espera que sea juzgado en el lugar conveniente. “No ha sido explícito”, dijo por teléfono la abogada desde Boston, “pero en mi opinión eso se refiere a la solicitud de extradición de la que tanto se ha hablado y que ha pedido España”.
Montano, una vez había sido detenido en Estados Unidos en abril de 2011 por mentir y negar su pasado militar en los formularios migratorios, con el proceso legal contra él en curso, se declaró culpable en septiembre pasado de tres cargos de perjurio y otros tres de fraude migratorio ante autoridades federales de los Estados Unidos para lograr su permanencia en dicho país, donde reside desde 2002.
El coronel podría ser el único de los 13 exoficiales requeridos por la Audiencia Española para enfrentar juicio en el país de origen de los cinco padres jesuitas asesinados. Sobre el resto de implicados pesan órdenes de captura internacional de Interpol, lo que les impide salir de El Salvador, donde gozan de impunidad gracias a una cuestionada ley de amnistía que los protege desde 1993.
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