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Corea del Norte pide diálogo a EE UU sin “condiciones previas”

Pyongyang ofrece mantener conversaciones de alto nivel "para rebajar las tensiones" La Casa Blanca reafirma su disposición a hablar, pero si las intenciones son "sinceras"

Corea del Norte prosigue su estrategia negociadora como si se tratara de una partida de pimpón. Este domingo ha ofrecido a Estados Unidos conversaciones de alto nivel para aliviar la tensión y tratar la desnuclearización de la península coreana. El movimiento se ha producido pocos días después de que una reunión prevista para el miércoles y el jueves pasados con Corea del Sur en Seúl se fuera a pique por discrepancias sobre la composición de las delegaciones. Habría sido el encuentro de más alto rango entre los dos países en seis años. La secretaria general de la Casa Blanca, Denis McDonough, ha manifestado al canal CBS, según recoge AFP, la disposición del Gobierno a dialogar, siempre y cuando las intenciones sean "sinceras", y ha señalado que Washington juzgará "los hechos y no las declaraciones".

La poderosa Comisión Nacional de Defensa norcoreana, que dirige el líder Kim Jong-un, ha propuesto en un comunicado "conversaciones de alto nivel entre el (Norte) y Estados Unidos para calmar las tensiones en la península coreana y garantizar la paz y la seguridad en la región". El documento, difundido por la agencia oficial KCNA, insta a Washington a elegir el lugar y la fecha de las conversaciones, pero le advierte que no ponga "condiciones previas".

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Estados Unidos ha afirmado repetidas veces que el Norte debe comprometerse a abandonar su programa de armamento nuclear como condición para sentarse de nuevo a negociar. Washington ha respondido cada vez con mayor escepticismo a las ofertas del Norte porque este ha dado marcha atrás repetidas veces sobre compromisos adquiridos; la última vez el año pasado, cuando lanzó un cohete pocas semanas después de aceptar una moratoria en las pruebas de misiles y nucleares.

El régimen norcoreano afirma que necesita contar con un programa de armamento nuclear para hacer frente a lo que considera la amenaza atómica estadounidense, y la Comisión Nacional de Defensa asegura que no abandonará sus ambiciones atómicas hasta que la región esté libre de bombas nucleares. "La desnuclearización de la península coreana no significa solo 'desmantelar las armas atómicas del Norte" sino que debería implicar también "la desnuclearización de toda la península, incluida Corea del Sur, y conducir a la eliminación completa de las amenazas atómicas de Estados Unidos". Pyongyang dice que está dispuesto a discutir su desarme, pero insiste en que el mundo también debería abandonar las armas atómicas. Washington niega que tenga este tipo de armamento en Corea del Sur. Dice que lo retiró en 1991, pero mantiene submarinos atómicos en la región y los ha utilizado en las maniobras militares con Corea del Sur.

Corea del Norte también afirma en el comunicado que quiere un tratado de paz definitivo con Estados Unidos que ponga fin de una vez por todas a la guerra de Corea (1950-1953), que acabó con un armisticio, lo que mantiene a las dos Coreas técnicamente en guerra.

La propuesta para negociar con Estados Unidos llega después de meses de tensión sobre el lanzamiento de un cohete de largo alcance en diciembre pasado por parte del Norte y una prueba nuclear en febrero -la tercera de su historia-, que provocaron la ira de Estados Unidos y sus aliados y el endurecimiento de las sanciones internacionales. Washington y Seúl respondieron también con el refuerzo de sus maniobras militares conjuntas anuales, lo que llevó a Pyongyang a amenazar con ataques de misiles y atómicos contra Corea del Sur y Estados Unidos. La tensión disminuyó en mayo y junio, cuando Pyongyang dio pasos para reanudar el diálogo, ante la creciente presión no solo de Washington y Seúl sino también de China, su mayor aliado.

La cumbre que debía haberse celebrado entre el Norte y el Sur en Seúl el miércoles el jueves iba a centrase en el restablecimiento de las relaciones comerciales -incluido el parque industrial de Kaesong, que el Norte clausuró en abril en el momento álgido de las tensiones-, la reunión de las familias separadas desde la guerra de Corea y la reanudación de los viajes de ciudadanos surcoreanos al complejo turístico del monte Kumgang, también en el Norte.

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