“Confío en que la retirada de Venezuela de la convención sea algo efímero”

El peruano Diego García-Sayán, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, advirtió que el hecho de que Estados Unidos y Canadá se hayan abstenido de integrarse plenamente a las instancias americanas de defensa de los derechos humanos, es un “factor indudable de debilidad” en el continente. Ni Washington ni Ottawa han ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José, suscrita en 1969 en Costa Rica, por lo que no reconocen la jurisdicción de la Corte, institución autónoma de la Organización de Estados Americanos (OEA) que desde 1979 funciona en la capital costarricense.

En una entrevista con EL PAÍS, García-Sayán confía en que el anuncio que hizo Venezuela el 10 de septiembre de 2012, de denunciar la Convención e iniciar el paulatino retiro del aparato continental de protección jurídica de sus habitantes, sea “efímero”. Caracas debería completar en septiembre de este año, aunque seguirá siendo parte de la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre, suscrita en 1948 en Bogotá y pieza esencial de la OEA.

En abril de 2012, el ahora fallecido presidente venezolano Hugo Chávez acusó a la Corte y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de ser instrumentos al servicio de Estados Unidos para acosar a la revolución bolivariana y lanzó un “¡ya basta!” para advertir que son una “espada de Damocles”. La Corte emitió 16 condenas contra Venezuela en casos impulsados por la Comisión por violar los derechos humanos en los últimos 15 años, la mayoría desde que Chávez asumió en 1999.

García-Sayán resta dramatismo a la retirada de Venezuela del oganismo. "Esto es un proceso que tiene sus tiempos y mientras no se venzan los plazos no hay cambio en la composición de los países miembros plenos del sistema interamericano de derechos humanos. Venezuela sigue siéndolo y hemos visto más bien que los países de América han sido muy claros en enfatizar la importancia de que todos sean miembros plenos del sistema". Y considera que la decisión no será definitiva: "La gran corriente que prevalece es el fortalecimiento y si algún país eventualmente llega a concretar su decisión de retirarse, estoy convencido de que eso tendrá que ser efímero".

Venezuela se retira, pero Estados Unidos y Canadá ni siquiera son miembros. "Ese es un factor indudable de debilidad", reconoce García-Sayán. "Teniendo en cuenta que explicaciones políticas y jurídicas que hacen que esa membresía todavía no se concrete, debo insistir en un llamado a los países que no son miembros plenos del sistema a que abran caminos de diálogo para que las comunidades nacionales puedan conocer mejor lo que hace el sistema, la Corte y cómo y por qué es tan importante que en todos los países de América se reconozca a las personas que los habitan el derecho de poder recurrir a un tribunal interamericano", concluye el presidente de la corte.