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Tamerlan Tsarnaev estaba en una lista de sospechosos de terrorismo de EE UU

Críticas al FBI por el manejo del caso del cerebro del atentado de Boston tras la advertencia de Rusia de su supuesta radicalización islámica

Yolanda Monge
La policía vigila desde un tejado en el MIT, durante el funeral por el policía asesinado la semana pasada.
La policía vigila desde un tejado en el MIT, durante el funeral por el policía asesinado la semana pasada.MARIO TAMA (AFP)

El Centro Nacional Antiterrorista tiene una lista de más de medio millón de personas a las que considera terroristas o sospechosas de llegar a realizar actos de terrorismo que proceden de distintos puntos del globo. Uno de esos nombres era el de Tamerlan Tsarnaev, el joven de 26 años que resultó muerto durante un enfrentamiento con la policía la semana pasada y que está considerado el cerebro del atentado contra el maratón de Boston.

Según informan fuentes cercanas a la investigación, la identidad del mayor de los Tsarnaev estaba en TIDE (siglas en inglés de Terrorist Identities Datamart Environment), debido a que el FBI le interrogó en 2011 mientras investigaba una pista proporcionada por Moscú sobre que se había convertido en un fundamentalista islamista.

Tras varias pesquisas, la Agencia Federal no encontró nada de relevancia en esa sospecha y dejó morir el caso. “No encontramos ninguna actividad terrorista, ni doméstica ni extranjera”, ha dicho el FBI. Pero el nombre de Tamerlan Tsarnaev siguió en la lista clasificada del Antiterrorismo estadounidense. Sin embargo, una lista tan inmensa —de las más de 540.000 entradas en realidad solo son reales 450.000, ya que en ocasiones el mismo nombre está repetido por estar deletreado de formas distintas o con seudónimos— no ofrece la posibilidad de comprobaciones continuas, por lo que el nombre de Tamerlan cayó en el olvido.

El FBI lleva varios días sometido a escrutinio público y del Congreso por su actuación en 2011, siendo interrogado en el Senado por varios comités de esa cámara. Responsables de la Agencia se defienden de la acusación de que dejaron escapar a un posible sospechoso argumentando que no tenían “base legal” para seguir interrogándole en los meses después de que cerraran la pista rusa. “Teníamos autoridad para mirar en un determinado sentido”, ha dicho el FBI. “Con la petición que teníamos, nuestra investigación era limitada”, ha justificado la agencia federal.

Responsables de la Agencia se defienden de la acusación de que dejaron escapar a un posible sospechoso argumentando que no tenían “base legal” para seguir interrogándole en los meses después de que cerraran la pista rusa

A Tsarnaev nunca se le llegó a conceder la ciudadanía —al contrario que a su hermano Dzhokhar— debido a esa intervención del FBI en su vida y, en teoría, su persona seguía siendo investigada por esa solicitud de nacionalidad.

“Hemos discutido desde todos los ángulos el proceso que se siguió y seguiremos en ello para saber si hubo resquicios en la investigación y si los hubo habrá que solucionarlo”, dijo la presidenta del comité de Inteligencia, la senadora Dianne Feinstein, en relación con la investigación del FBI.

Las autoridades rusas proporcionaron a las norteamericanas una serie de números de teléfono de móvil y direcciones de correo electrónico de varios sospechosos que podían haberse radicalizado y sumado a la Yihad. En el caso de Tsarnaev, Moscú expresó su preocupación de que pudiera ser un riesgo para la seguridad basado en información que decía que se había convertido en un seguidor del radicalismo islámico y había cambiado “dramáticamente” desde 2010, poco antes de que se dispusiera a viajar a una región de su país para unirse a “grupos clandestinos sin especificar”, ha dicho el FBI en un comunicado.

 La base de datos de TIDE —donde menos del 5% de los nombres son de ciudadanos de EE UU o residentes legales— es una de las muchas herramientas de seguridad federal con las que se dotó EE UU tras los ataques terroristas del 11 de Septiembre. Sin embargo, este sistema ha sido criticado —sobre todo tras el intento de un individuo de volar un avión en 2009— por ser difícil de gestionar y no dar buenos resultados. En el caso del terrorista que intentó volar un vuelo comercial portando explosivos en su ropa interior, tanto el espionaje como otras agencias de seguridad de EE UU reconocieron en el Congreso que no habían prestado atención a varias banderas rojas levantadas en el caso de Umar Farouk Abdulmutallab –que estaba en TIDE, como reconocieron después las autoridades-.

Tsarnaev aparece en la lista TIDE como “amenaza no activa” y no pertenece al grupo de personas que integran la conocida como lista no fly (sin autorización para volar), lo que le hubiera prohibido la salida de EE UU rumbo a Rusia.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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