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La incógnita de dos hermanos de origen checheno que parecían integrados

Las informaciones aún son confusas, pero coinciden en que los sospechosos son hermanos, y tenían permiso de residencia permanente en este país

Eva Saiz
El sospechoso número Dos, identificado como Dzhokhar A. Tsarnaev.
El sospechoso número Dos, identificado como Dzhokhar A. Tsarnaev.AP

Tamerlan y Dzhokhar Tsarnaev aparentemente eran dos inmigrantes de checheno ruso que estaban viviendo su particular sueño americano. El de Tamerlan era entrar en el equipo olímpico de boxeo de Estados Unidos, Dzhokhar había obtenido una beca de la ciudad de Cambridge (Massachusetts) para cursar sus estudios de Biología en la Universidad de Dartmouth. Ambos quedarán en los anales de la historia de este país como los sospechosos del atentado del maratón de Boston, que mató a tres personas e hirió a más de 170.

Dzhokhar Tsarnaev, de 19 años, fue identificado por el FBI como el sospechoso número Dos, el de gorra blanca y que hasta la noche de ayer estuvo en busca y captura. Tamerlan, de 26, es el sospechoso número Uno, el que fue abatido por la policía en la madrugada del viernes. Los hermanos Tsarnaev, con profundas raíces chechenas, llegaron a Estados Unidos en 2003, según confirmó su tío Ruslan Tsarni, procedentes de Daguestán, una república vecina a Chechenia. En estos diez años en EE UU, siempre alojados en Cambridge (Massachusetts), lograron adaptarse a la cultura de este país, obteniendo el permiso de residencia.  Dzhokhar consiguió la nacionalidad americana el 11 de septiembre de 2012, una fecha que ahora cobra una ironía macabra.

Los amigos y conocidos de los Tsarnaev tratan de conciliar la imagen dulce y agradable de los hermanos con las imágenes de pavor, caos y sangre que provocaron en la línea de llegada del maratón de Boston, el lunes pasado. Larry Aaronson, profesor de Dzhokhar en el instituto Cambridge Rindge & Latin, aseguró a The Boston Globe que era un chaval “encantador” con el que a veces había conversado sobre la situación de su país, pero sin sospechar hasta qué punto se había radicalizado en sus opiniones.

Extracto del reportaje sobre Tamerlan Tssarnaev que publicó la Universidad Bunker Hill.
Extracto del reportaje sobre Tamerlan Tssarnaev que publicó la Universidad Bunker Hill.

Dzhokhar nació en Kazakhstán el 22 de julio de 1993. De acuerdo con su perfil en la red social rusa VKontakte [En Contacto], estudió en un colegio de la capital de Daguestán, a donde se trasladó con su familia desde Kirguistán en 2001, según un portavoz de ese centro. Tras llegar a EE UU, dos años después, el menor de los Tsarnaev se destacó como atleta en su instituto de Cambridge, de donde se graduó con el título de Estrella de la Lucha Libre.

Si Aaronson ignoraba la radicalización de su pupilo, un vistazo a su perfil en VKontakte le hubiera arrojado luz sobre la deriva fanática de Dzhokhar. En la red social se describía como musulmán y reconocía como intereses “su carrera y ganar dinero”. A la web había subido dos vídeos, uno muestra a un imán adoctrinando a un niño y otro enseña imágenes muy duras de la guerra civil en Siria. También había publicado enlaces a grupos independentistas chechenos y el siguiente verso del Corán: “Haz el bien porque Alá ama a aquellos que hacen el bien".

El tío de los Tsarnaev señala al hermano mayor, Tamerlan, como el que defendía “ideas islamistas”. En un perfil sobre él publicado en 2010 en la revista de el Boston University’s College of Communication, The Comment, se atisban sus profundas convicciones religiosas: “No bebo ni fumo, Dios prohíbe el alcohol”, aseguraba entonces. En el pie de una foto en la que se le ve luciendo su musculatura señalaba: “Nunca me quito la camiseta delante de una mujer. Soy muy religioso”.

Ese artículo es, quizás, el documento más esclarecedor sobre Tamerlan. En él se ilustra su integración y paradójico aislamiento cultural en EE UU, sus convicciones independentistas y la trayectoria de los dos hermanos antes de llegar a este país. El perfil, titulado, Boxeo como pasaporte: Los Juegos Olímpicos como objetivo para conseguir la nacionalidad estadounidense, informa de que la familia Tsarnaev abandonó Chechenia en los 90, huyendo del conflicto que estalló en la región, y que vivieron en Kazakhstan, antes de trasladarse a EE UU. Tamerlan asegura que su sueño era convertirse en boxeador olímpico. “A falta del reconocimiento de Chechenia como país, preferiría competir antes por EE UU que por Rusia”. El deseo del mayor de los Tsarnaev era entrar en el equipo Olímpico estadounidense para lograr la nacionalidad.

Si en una entrevista en 2004, justo un año después de llegar a EE UU, aseguraba que amaba este país “porque tiene algo que Rusia no tiene, la posibilidad de ganar dinero si trabajas duro”, seis años después, en el perfil de The Comment aseguraba: “Pese a llevar aquí más de cinco años no tengo ningún amigo estadounidense. No los entiendo”. Las fotos de ese reportaje, sin embargo, muestran a Tamerlan entrenando en un gimnasio del centro de Boston, completamente integrado con otros compañeros; bajándose de su Mercedes y paseando por la ciudad vestido con zapatos de punta fina blanca, del mismo color que su americana. “Me gusta vestir al estilo europeo”, comentaba sobre su cuestionable gusto por la moda.

Tamerlán nació en el sur de Rusia y estaba estudiando en la Universidad Bunker Hill para convertirse en ingeniero. Estaba casado con una mujer estadounidense y tenía una hija de tres años. El año pasado pasó seis meses en Rusia. El mayor de los Tsarnaev era un entusiasta de la música, virtuoso del piano y del violín, también le gustaba el rap. En una lista de sus vídeos preferidos que publicó en YouTube incluyó varios temas de rap ruso.

En esa selección, sin embargo, también incorporó otros vídeos que, ahora, se perciben inquietantemente reveladores de su deriva extremista. En uno, titulado Cómo acepté el Islam y me convertí shií, se recoge el testimonio de un hombre con rasgos propios de alguna etnia rusa, otro explica Los siete pasos para una perfecta oración.

“Mi hijo es un verdadero ángel y un chaval muy inteligente”, aseguró desde Daguestán, Anzor Tsarbaev, el padre de los hermanos, en referencia a Dzhokhar. Ambos eran inteligentes, buenos deportistas y educados, según los testimonios de los que los conocían. “Alguien los tuvo que radicalizar aquí, mi hermano no lo hizo”, aseguró su tío, que se ha desmarcado de cualquier actividad terrorista de sus sobrinos. Dos jóvenes aparentemente normales que han puesto a EE UU en vilo.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.

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