Pelé fue investigado por la dictadura militar de Brasil
El Estado de São Paulo difunde en Internet archivos recopilados sobre unas 300.000 personas
El gran Pelé, el rey del fútbol brasileño, fue una de los miles de víctimas que cayeron bajo las horcas caudinas de los militares durante la dictadura (1964-1985). Con él lo fue también el mayor escritor de literatura infantil, José Bento Monteiro Lobato.
Los 300.000 documentos sobre el periodo negro de la dictadura militar difundidos por el gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmim, incluyen una ficha de 11 páginas sobre Pelé. El archivo describe los movimientos financieros del futbolista y un atentado a tiros en 1973.
El nuevo portal de internet del Estado de São Paulo consta de 274.105 archivos sobre personas investigadas por los militares y 12.874 informes sobre otras personas.
También se han colocado disposición del público 39.996 fichas personales de la ciudad paulista de Santos.
Una de las revelaciones de los documentos hechos públicos es que también fueron investigados la estrella de la literatura infantil brasileña, Monteiro Lobato, y la famosa escritora y periodista Patrícia Galvão. Ambos escritores murieron antes de la llegada al poder de los militares lo que quizás les evitó ser sus víctimas.
El gobernador Alckmim ha explicado que los nuevos documentos pueden ser examinados por todos desde sus casas por internet. “No hay señas y todo es público, pues es muy importante la transparencia de información para las familias de las víctimas del periodo de la dictadura”, ha afirmado.
La iniciativa del gobierno de São Paulo, que se ha adelantado a los otros Estados, ha contado con la aquiescencia de la Presidencia de la República y de las universidades y pretende digitalizar hasta 2014 otras 154.000 fichas y 2.331 archivos más.
Entre los archivos difundidos aparece la lista de personas que visitaban el Departamento estatal de Orden Político y Social, entre ellos miembros del Consulado de los Estados Unidos y altos ejecutivos de la industria paulista.
Brasil ha sido uno de los países de América Latina donde ha habido siempre menos información sobre los años oscuros de la dictadura militar y muchas familias esperan aún, por ejemplo, poder encontrar los restos mortales de sus desaparecidos.
A ello se dedica la Comisión de la Verdad instituida por la presidenta Dilma Rousseff, que trabaja desde hace un año, con un grupo de personalidades independientes.
La comisión está encontrando dificultades por parte de los militares que pretenden que sean también investigados lo que ellos llaman “crímenes de la otra parte”. Se refieren a la violencia presuntamente llevada a cabo por los grupos de extrema izquierda marxista, entre ellos aquel al que pertenecía la actual presidenta Rousseff.
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