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Maduro acusa a los enemigos de Venezuela de enfermar a Chávez

La comparecencia del vicepresidente venezolano se produce horas después de que el Ejecutivo anunciase un agravamiento de la salud del presidente Caracas expulsa a dos diplomáticos estadounidenses por tratar de "desestabilizar el país"

Unidad y disciplina. Desde que el lunes en la noche el ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, usara la fórmula en un comunicado con el que dio a conocer el empeoramiento de la salud del presidente Hugo Chávez, se ha convertido en una consigna que han repetido machaconamente los medios del Estado venezolano a lo largo del martes.

El vicepresidente Nicolás Maduro también ha exigido unidad, en una comparecencia retransmitida por radio y televisión, cuando el comandante pasa “los momentos más difíciles” desde su operación en Cuba, el 11 de diciembre pasado. “Ahora más que nunca, trabajo y más trabajo, unidad y más unidad, disciplina y más disciplina, calle y más calle, lucha y más lucha, oración, acción es la consigna”, ha cerrado su alocución.

Las palabras de Maduro fueron ofrecidas a la salida de una reunión con el Alto Mando Militar y gobernadores de distintas provincias en el Palacio de Miraflores de Caracas, sede de la presidencia de la República. El cónclave, que no estaba previsto, despertó toda clase de rumores. Según algunas fuentes, obedecía a un plazo que los jerarcas castrenses habían establecido y que vencía hoy, para esclarecer la verdadera situación del presidente en convalecencia y su capacidad para asumir el mando del país. Otras sostienen que se trató de un repaso del panorama institucional que se deriva del agravamiento de la condición de Chávez, admitido el lunes en la noche por el gobierno y sobre el cual se esperan nuevos anuncios en las próximas horas.

El propio Maduro anunció que en las próximas horas se emitirá un nuevo comunicado sobre la salud del presidente: “En horas de la tarde volveremos a informar a través de un comunicado oficial como nuestro pueblo sabe que lo hacemos para actualizar la evolución clínica de nuestro Comandante Presidente, mientras tanto nos mantenemos en lo que él siempre nos ha tenido: trabajando”.

La gravedad de las expresiones de quienes se encontraban presentes en el Palacio de Miraflores parece augurar noticias poco favorables. Sobre el comandante “Hay una situación muy severa en su sistema respiratorio y nosotros y el pueblo estamos orando y dándole las energías de Dios para que pase este momento como ha pasado otros”, se lamentó Maduro, confirmando la impresión dejada la noche anterior por el comunicado oficial del gobierno. “Posteriormente decidimos convocar esta reunión del alto mando para compartir toda esta información y tomar las decisiones pertinentes ante los ataques de la derecha”.

En este trance de incertidumbre y malos augurios, Maduro dejó claro que la opción política del gobierno de Venezuela en funciones —una prolongación de la administración cuyo período venció el pasado 10 de enero, y que un controvertido fallo del Tribunal Supremo permitió— será la de huir hacia adelante y plantar cara ante conflictos, reales o imaginarios, que quizás sirvan para alcanzar la ansiada unidad frente a la probable pérdida del líder de la revolución.

Maduro anunció al respecto la expulsión del país del agregado aéreo de la Embajada de Estados Unidos, David Del Monaco, a quien acusó de rastrear información sobre el estado de las Fuerzas Armadas de Venezuela y de conspirar. Posteriormente, el canciller Elías Jaua agregó el nombre de otro agregado militar, identificado como David Costal, a quienes serán objeto de la sanción. Los dos funcionarios fueron declarados persona non-grata y tienen 24 horas para abandonar el país. Jaua vinculó las supuestas actividades conspirativas y de espionaje de los militares estadounidenses con la presencia en Estados Unidos del excandidato de oposición, Henrique Capriles Radonski, en días recientes.

Aunque Venezuela y Estados Unidos mantienen relaciones diplomáticas, en 2009 retiraron sus respectivos embajadores en ambas capitales. En 2010 hubo un intento por normalizar la situación, que fracasó cuando el Gobierno venezolano se negó a otorgar el plácet al embajador designado por Washington, Larry Palmer, y Estados Unidos, en reciprocidad, anuló la visa al embajador venezolano, Bernardo Álvarez.

El vicepresidente Maduro denunció también que la ola de cortes del suministro eléctrico que se viene dando en distintas regiones del país y en la propia capital, Caracas, sería parte de un plan de sabotaje de las fuerzas de oposición.

Sin embargo, las acusaciones vertidas por Maduro alcanzaron un tenor sin precedentes cuando, al referirse a la enfermedad del presidente Chávez –un tumor de naturaleza todavía desconocida, que tuvo origen en la región pélvica y le fue diagnosticada en junio de 2011-, vaticinó que “en el futuro se confirmará que el proceso canceroso le fue inoculado. "No tenemos ninguna duda en que llegará el momento indicado en la historia en que se pueda conformar una comisión que demuestre que el comandante Chávez fue atacado con esta enfermedad", aseguró, antes de comparar el caso de Chávez con el del líder palestino Yaser Arafat, sobre cuyo fallecimiento, ocurrido en 2004, han surgido versiones que lo atribuyen a un envenenamiento deliberado. “Chávez manifestó públicamente su visión sobre este tema y nosotros no tenemos ninguna duda de que los enemigos históricos buscaron el punto para dañar la salud del presidente Chávez”, insistió Maduro, quien, como para dar cumplimiento a su propia profecía, anunció: “Es un tema muy serio desde el punto de vista histórico, que tendrá que ser investigado por una comisión especial de científicos".

Vale recordar que el gobierno de Chávez buscó probar la hipótesis de que Simón Bolívar, el Libertador de Venezuela y otras cinco naciones sudamericanas, había muerto por envenenamiento en Colombia en 1830. Para ello, conformó una comisión de estudio y exhumó los restos de Bolívar en julio de 2010, pero no logró resultados concluyentes.

El discurso de Maduro dejó la impresión de que no se trata del último capítulo en esta historia de intrigas que se convirtió la enfermedad de Chávez desde que el 8 de diciembre, el propio presidente anunció que sería operado en Cuba. La expectativa, al momento de redactar esta nota, es que se produzcan nuevas informaciones oficiales en las próximas horas.

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