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Secuestrado un ciudadano francés en el oeste de Malí

Nueve europeos permanecen en manos de sus captores en el país del Sahel

José Naranjo
Milicianos islamistas en la ciudad de Gao.
Milicianos islamistas en la ciudad de Gao.ISSOUF SANOGO (AFP)

Un ciudadano francés de 61 años, Jules Berto Rodríguez Léal, ha sido secuestrado este martes en Diéma (oeste de Malí) por siete hombres armados cuando circulaba con su vehículo procedente de Mauritania, según han confirmado fuentes malienses y mauritanas. Nadie ha reivindicado aún este secuestro, pero todas las miradas apuntan a los grupos terroristas que operan en el Sahel, como Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) y el Movimiento por la Unicidad del Yihad en África del Oeste (Muyao), que controlan todo el norte de Malí desde el pasado mes de abril.

El Gobierno mauritano, a través de la Agencia Mauritania de Información (AMI), ha confirmado la identidad de este nuevo rehén. Se trata de Jules Berto Rodríguez Léal, nacido el 18 de julio de 1951 en Laurichal (Portugal), de nacionalidad francesa, que cruzó de territorio mauritano hacia Malí por el puesto fronterizo de Gogui el martes 20 de noviembre a las 11.00 horas a bordo de un vehículo blanco de marca Peugeot.

El secuestro tuvo lugar horas después a unos 125 kilómetros de la frontera, en las cercanías de Diéma, una ciudad por la que pasa una de las principales vías de comunicación maliense, la carretera que une a Bamako con Kayes y posteriormente con Dakar, la capital senegalesa. Según fuentes policiales malienses, siete hombres armados interceptaron el vehículo y se llevaron consigo a este ciudadano francés. El presidente François Hollande ha confirmado ya el secuestro y ha solicitado a sus ciudadanos que no visiten el oeste de Malí.

En la actualidad, nueve europeos se encuentran secuestrados en el Sahel en manos de AQMI. Se trata de seis franceses (cuatro de ellos raptados el 16 de septiembre de 2010 en Arlit, Níger, y los otros dos el 24 de noviembre de 2011 en Hombori, Malí), así como un sueco, un holandés y un británico que fueron secuestrados el 25 de noviembre de 2011 en Tombuctú. Los últimos rehenes españoles en el Sahel, los cooperantes Ainhoa Fernández de Rincón y Enric Gonyalons, fueron liberados por el Muyao el pasado 18 de julio.

Este nuevo secuestro es especialmente inquietante porque se produce en un lugar donde no se habían registrado incidentes de este tipo

Este nuevo secuestro es especialmente inquietante porque se produce en un lugar inesperado. Aunque todo Malí ha sido declarado zona de alto riesgo de secuestros, lo cierto es que Diéma se encuentra en el oeste del país, a tan solo 250 kilómetros de Bamako, en un cruce de caminos muy frecuentado por transportistas y viajeros. Al otro lado de la frontera, en el sureste de Mauritania, también se han adoptado en los últimos meses especiales medidas de seguridad por el riesgo de secuestros a occidentales.

Mientras tanto, en la ciudad de Ménaka, en el otro extremo del país, se han vivido graves enfrentamientos entre el Muyao y los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) durante este fin de semana. Fuentes locales aseguran que se han producido decenas de muertos. Todo comenzó el pasado viernes cuando los tuaregs, que habían anunciado días atrás el inicio de una ofensiva contra los yihadistas, atacaron un convoy del Muyao en Ansongo (a 50 kilómetros de Gao, feudo del Muyao).

Dos días después las hostilidades se trasladaron a la localidad de Ménaka, cerca de la frontera con Burkina Faso, desde donde el MNLA pretendía lanzar su ofensiva contra el Muyao. Los yijadistas, que contaron con el apoyo de miembros de AQMI, devolvieron el golpe a los rebeldes tuareg y los combates, que se produjeron entre el domingo y el lunes, acabaron con una nueva derrota del MNLA, según han informado fuentes sobre el terreno, que aseguran que han muerto decenas de personas en ambos bandos enfrentados. Es la segunda ocasión que el Muyao derrota militarmente al MNLA después de que a finales de junio pasado los yijadistas lograran expulsar a los tuaregs de la ciudad de Gao.

Por otra parte, el enviado especial de la ONU para el Sahel, el italiano Romano Prodi, ha asegurado que la intervención militar internacional aprobada por la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (Cedeao), y que cuenta con el respaldo de la Unión Africana y varios países de la Unión Europea (UE), entre ellos España, contra los grupos armados que controlan el norte de Malí no tendrá lugar en los próximos meses. “Todos los expertos [políticos y militares] coinciden en que una intervención militar no podría producirse hasta septiembre de 2013”, dijo Prodi, quien abogó por encontrar una solución negociada a este conflicto.

Tres grupos armados —el Muyao, AQMI y Ansar Dine— controlan desde el pasado mes de abril las tres regiones del norte de Malí, Gao, Kidal y Tombuctú, donde están imponiendo una visión muy restrictiva de la ley islámica o sharia que incluye las lapidaciones por adulterio, la amputación de manos y pies por robo, y los castigos corporales por beber alcohol o fumar. Asimismo, han prohibido escuchar música occidental, imponen el uso del velo a las mujeres y han destruido media docena de mausoleos de santos en Tombuctú.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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