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EL PENAL DE GUANTÁNAMO

Un yemení detenido en 2002 fallece en Guantánamo

El abogado de la última víctima del penal asegura que recibía tratamiento psiquiátrico y había intentado suicidarse en varias ocasiones

Adman Farhan Abd al-Latif
Adman Farhan Abd al-Latif

El detenido que falleció el sábado en el penal de Guantánamo, en la base naval norteamericana en la isla de Cuba, era el yemení Adman Farhan Abd Al Latif, de unos 30 años y con un largo historial de intentos de suicidio. En un punto de su larga estancia en el centro de detención logró una orden de liberación de un juez, contra la que apeló el Gobierno de EE UU, con éxito. El Supremo se negó a escuchar su caso. Los guardas de Camp 5, la cárcel de máxima seguridad en el centro de detención, le encontraron inconsciente en su celda.

El diario The Miami Herald fue el primero en informar de la identidad del detenido, este martes. “Durante la realización de los controles rutinarios, los guardas de la Fuerza Conjunta de Guantánamo encontraron al detenido inconsciente. Los guardias realizaron inmediatamente los procedimientos de primeros auxilios y llamaron al personal médico”, dijo el Comando Sur de las fuerzas armadas norteamericanas en un comunicado. “Después de realizar diversos procedimientos de reanimación, el detenido fue declarado muerto por un médico”.

El Ejército estadounidense añadió que “los restos del fallecido se están tratando con respeto hacia las tradiciones y la cultura islámicas”. A Latif se le detuvo en enero de 2002 en Afganistán, y se le trasladó a Guantánamo inmediatamente, como prisionero número 156, según reveló este martes su abogado. Es el noveno detenido que muere bajo la custodia del ejército norteamericano en Guantánamo. Aunque no hay cifras oficiales al respecto, la mayoría de ellos fallecieron en actos de suicidio.

El Servicio de Inteligencia Criminal de la Armada de EE UU ha comenzado una investigación, algo rutinario en estos casos. El Pentágono ha informado ya a la Casa Blanca, al Congreso y a los familiares de Latif del fallecimiento. EE UU nunca presentó cargos contra Latif. Los documentos oficiales secretos de Wikileaks sobre Guantánamo, publicados por EL PAÍS, le describían como un soldado de a pie de Al Qaeda.

Latif recibió atención psiquiátrica en varias ocasiones. Entró varias veces en huelga de hambre. Tragó vidrio y metales. Se untó el cuerpo con sus propias heces. Agredió en repetidas ocasiones a los guardas. En los últimos días había sido confinado a Camp 5, en régimen disciplinario por lanzar “fluidos corporales” a los guardas. En 2010 su abogado difundió una carta, reproducida por el Miami Herald, en la que Latif decía que Guantánamo es “un pedazo de infierno que lo mata todo, el alma, el cuerpo...”.

Una vez se le practique la autopsia, el cadáver será repatriado a Yemen. El número oficial de detenidos en la base naval de Guantánamo es ahora de 167. Hay, además, cuatro presos que ya han sido juzgados y condenados. Entre estos últimos están el chófer y el guardaespaldas de Osama Bin Laden. El 80% de los detenidos vive en Camp 6, que es la cárcel de poco riesgo. La mayoría de ellos espera ser transferidos a sus países de origen, cuando EE UU ultime acuerdos diplomáticos con ellos. El campo, abierto hace 10 años por George W. Bush para retener a sospechosos de terrorismo, está en una base alquilada desde hace más de un siglo a Cuba. En su punto máximo hubo allí 779 supuestos insurgentes.

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