HRW pide a Brasil, Argentina y Uruguay promover las libertades en Venezuela

Ante la incorporación de Venezuela a Mercosur, la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) ha instado a sus otros miembros, Brasil, Argentina y Uruguay, a velar por el respeto de los derechos humanos del Gobierno de Hugo Chávez. En sendas cartas remitidas a los dirigentes de los tres países, el presidente de la ONG, José Miguel Vivanco, les alerta sobre la agresión hacia las libertades fundamentales en Venezuela. En un informe publicado en julio, HRW ya denunció la concentración y el abuso de poder del régimen chavista.

“Si los Estados Partes del Mercosur ignoran su compromiso de proteger y promover los derechos fundamentales y el respeto por las instituciones democráticas, enviarán un lamentable mensaje”, indica Vivanco en la misiva, en alusión al Protocolo de Derechos Humanos que los países miembros de Mercosur firmaron en 2005 y que les obliga a promoverlos y protegerlos. A lo largo de las cuatro páginas de las que consta la carta, HRW recuerda a los tres dirigentes sudamericanos “la responsabilidad y oportunidad” que les brinda la entrada de Venezuela en Mercosur para “abordar los graves problemas de derechos humanos que existen actualmente” en ese país.

Si los Estados Partes del Mercosur ignoran su compromiso de proteger y promover los derechos fundamentales y el respeto por las instituciones democráticas, enviarán un lamentable mensaje” José Miguel Vivanco

Vivanco explica, con ejemplos concretos, cómo el régimen chavista ha violado la división de poderes y las libertades de expresión y de prensa, los tres ejes fundamentales sobre los que se cimienta el informe publicado en julio. “La acumulación de poder en el ejecutivo y la erosión de las garantías de derechos humanos le han dado al gobierno de Chávez vía libre para intimidar, censurar e investigar penalmente a venezolanos que critican al presidente u obstaculizan su agenda política”, denuncia HRW en la carta, que tiene vetada la entrada al país venezolano.

En la reunión de los miembros de Mercosur con Venezuela durante una cumbre extraordinaria celebrada en Brasilia el martes pasado, lo que preocupó a la anfitriona, Dilma Rousseff, y a sus homólogos argentino y uruguayo, Cristina Fernández de Kirchner y José Mujica, no fueron las agresiones a los derechos humanos que denuncia HRW, sino la adaptación del Gobierno de Chávez a la normativa comercial del bloque, para la que los tres dirigentes le han otorgado cuatro años de plazo.

A la cumbre extraordinaria de Brasil no acudió Paraguay, expulsado de la unión a raíz de la destitución por el Congreso del presidente Fernando Lugo. La suspensión de este país, el mayor opositor del ingreso de Venezuela a Mercosur, fue determinante para la incorporación definitiva de ese país, que se acordó oficialmente en la cumbre semestral de la organización a finales de junio en Mendoza (Argentina).