Robert Galley, héroe de la Francia libre
Dirigió los trabajos del programa de armamento nuclear galo
La independencia de Francia, sobre todo desde el punto de vista defensivo, fue una obsesión para Robert Galley (París, 1921), fallecido el pasado día 8 a los 91 años en la ciudad de Troyes (a unos 120 kilómetros al sureste de París).
Galley atesoraba la distinción de Compañero de la Liberación, la única distinción que otorga dicha orden, la segunda más importante del Estado francés después de la Legión de Honor, a la que también perteneció Galley con el distintivo de Gran Oficial. La Orden de la Liberación fue fundada por el general Charles de Gaulle en 1940 y está reservada a todos los individuos y entidades que colaboraron “en la obra de liberación de Francia y su imperio”.
Charles de Gaulle se convirtió en una pieza clave en la vida de Galley desde que este último, siendo un joven de tan solo 19 años, decidió escapar a Reino Unido, disfrazado de soldado polaco, para integrarse en las filas de las Fuerzas Francesas Libres en junio de 1940, tras la derrota de las tropas francesas a manos de las huestes de Adolf Hitler.
Galley comenzó curtiéndose en los rigores de la vida castrense como cazador de montaña de segunda clase en la primera compañía autónoma de carros de combate. Para ello recibió instrucción específica en Dakar (Senegal), antes de ser enviado a Eritrea, Siria y norte de África para participar en diversas operaciones contra los nazis.
En julio de 1942 se implicó en la decisiva batalla de El Alamein (Egipto) contra las tropas del general Rommel para, poco después, integrarse en la segunda división blindada del general Leclerc, al lado del cual tomaría parte en el desembarco de Normandía, en la liberación de París y en la ofensiva final contra Alemania, en la que participaría hasta la toma del nido bávaro de Hitler, Berchtesgaden. Al finalizar la guerra, considerado uno de los héroes de la liberación de Francia, Galley se casó con la hija del general Leclerc y se licenció en Ingeniería.
Los contactos realizados durante la guerra y la estrecha relación que estableció con el general De Gaulle hicieron que este le designara miembro del Comisariado de la Energía Atómica. Por su cargo intervino en la construcción de la central nuclear de Marcoule, destinada a impulsar el programa francés de armas nucleares. Posteriormente, De Gaulle le encomendaría la dirección de los trabajos que llevaron a Francia a tener lista la primera bomba de plutonio en 1960 y la bomba de hidrógeno en 1968.
En ese año fue elegido diputado de la Asamblea Nacional por el departamento de Aube, puesto que ocupó hasta 2002. También desempeñó distintas responsabilidades gubernamentales, siendo siete veces ministro entre 1968 y 1981. Entre otras, ocupó las carteras de Equipamiento y de Vivienda, Investigación Científica, Cuestiones Atómicas y Espaciales, Correos y Telecomunicaciones, Transportes, de Cooperación y Defensa, bajo el mandato de los presidentes Charles de Gaulle, Georges Pompidou y Valéry Giscard d’Estaing.
Junto a sus responsabilidades en el Estado, también desempeñó un papel muy activo en la política municipal. En 1972 fue elegido alcalde de Troyes, cargo que ocuparía en múltiples ocasiones hasta que en 1995 decidió renunciar en favor del que andando en tiempo sería ministro de Economía con Nicolas Sarkozy, François Baroin. Este último, joven alevín chiraquista en la época en la que Galley le abrió el camino en la vida política, elogió al fallecido como “uno de los artífices de la independencia energética de Francia”. También el presidente galo, François Hollande, resaltó los méritos de Galley en la II Guerra Mundial y subrayó su “fidelidad constante a la memoria del general Charles de Gaulle”.
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