Sarkozy: Revisión de los acuerdos de Schengen y un ‘FBI fiscal’ contra el fraude
El presidente quiere hacerse perdonar el millón de nuevos desempleados que ha llevado la tasa de paro al 10%
El programa electoral del candidato presidente va más allá del continuismo para incluir medidas que respondan a lo que Francia necesita en esta segunda década del siglo, marcada por la crisis y el desempleo. El presidente quiere hacerse perdonar el millón de nuevos desempleados que ha llevado la tasa de paro al 10%. Tan importante es a sus ojos volver al crecimiento económico que en el mitin del pasado domingo propuso por sorpresa reformar el Banco Central Europeo para que tenga capacidad de actuar en ese campo.
Desempleo. La exoneración de cargas patronales para todo contratado mayor de 55 años en situación de paro de larga duración irá acompañada de una paulatina reducción del subsidio de desempleo a partir del momento en que comience a bajar el paro. Los desempleados tendrán derecho a una formación que ponga al día sus capacidades y conocimientos, pero también tendrán la obligación de aceptar ofertas de trabajo.
Pensiones. El presidente reafirma la reforma de 2010, que elevó la edad de jubilación de los 60 a los 62 años, y propone adelantar una semana el pago mensual de las pensiones de los jubilados.
Deuda pública. Lograr el déficit presupuestario cero en 2016 y crear lo que se ha dado en llamar un FBI fiscal para luchar no solo contra el fraude sino contra otros abusos sociales.
Fiscalidad. Aumentar el IVA un 1,6% hasta el 21,2% para compensar las pérdidas por las desgravaciones a quienes contraten a desempleados veteranos. De ahí la etiqueta de IVA social que se ha dado a este incremento del gravamen al consumo. A los exiliados fiscales se les obligará a contribuir en Francia lo que se ahorren por hacer su declaración en el exterior.
Educación. Individualización de la enseñanza para acabar con la uniformidad del llamado colegio único, y obligación de saber leer y escribir a los siete años, cuando empieza la educación primaria. El presidente rectifica en su potencial segundo mandato y renuncia a la idea de no reemplazar a uno de cada dos profesores de primaria que se jubilen. Creación de 20.000 plazas suplementarias en los centros de excelencia, al tiempo que se busca favorecer la formación profesional a partir de los 14 años con vistas a la creación un millón de aprendices en 2017.
Familia. Creación de una agencia para perseguir a los morosos en el abono de pensiones alimentarias. Las parejas homosexuales no podrán ni contraer matrimonio ni adoptar.
Barriadas desfavorecidas. Los barrios que estallaron en la revuelta de 2005 se sienten olvidados por los candidatos en esta campaña. Las propuestas del presidente para el próximo lustro incluyen mantener el plan de renovación urbana, para lo que prevé 18.000 millones de euros.
Energía. La energía nuclear seguirá siendo la principal fuente de generación de electricidad en Francia, el país más nuclearizado de Europa, que continuará desarrollando generadores de nuevo tipo. No obstante, se potenciarán las renovables con el objetivo de llegar al 23% de producción eléctrica en 2020.
Europa. Revisar los acuerdos de Schengen para “sancionar, suspender a excluir” al Estado que no cumpla las normas. Y si no hay avances sustanciales en la gobernanza de este club de 26 países, abandonarlo. Aprobación de una ley sobre compra de productos europeos a imagen y semejanza de la Buy American Act, dirigida a “apoyar a las empresas que decidan fabricar y producir en Europa”. Las pequeñas y medianas empresas de la UE tendrán reservada una parte de la oferta de contratos públicos europeos.
Inmigración. Reducir a la mitad en cinco años el número de emigrantes legales. La reagrupación familiar estará condicionada al conocimiento de la lengua francesa. El subsidio mínimo de vejez a los extranjeros queda supeditado a que los beneficiarios hayan residido al menos diez años en Francia y trabajado no menos de cinco.
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