_
_
_
_

Candidato coraje contra Putin

Un político local que denuncia con una huelga de hambre el fraude electoral aglutina a la oposición contra el Kremlin

Pilar Bonet
Oleg Shein, durante una conferencia el pasado sábado.
Oleg Shein, durante una conferencia el pasado sábado.MIKHAIL MORDASOV (AFP)

La ciudad de Astracán, situada en la desembocadura del Volga en el mar Caspio, se ha convertido en la capital política de Rusia por el coraje de Oleg Shein, un político en huelga de hambre desde el 16 de marzo pasado y dispuesto a sacrificar su vida en reivindicación de unas elecciones limpias.

Shein, que es miembro del partido de oposición Rusia Justa (RJ), fue declarado perdedor de las elecciones por la alcaldía de Astracán, que se celebraban el 4 de marzo, coincidiendo con los comicios presidenciales que dieron la victoria a Vladímir Putin. En la pugna por la alcaldía de la histórica ciudad meridional conocida por sus recursos pesqueros, el vencedor fue Mijaíl Stoliarov, el candidato apoyado por el partido gubernamental Rusia Unida (RU). El recuento oficial atribuyó el 60% de los votos a Stoliarov y cerca del 30% a Shein.

Sin embargo, Shein rechazó los resultados oficiales y, considerándose víctima de un fraude, ha exigido que sean examinados los vídeos grabados por las cámaras que, por iniciativa de Putin, fueron instaladas en cerca de 95.000 colegios electorales de toda Rusia para controlar las votaciones. Inicialmente, las autoridades se negaron a facilitar los vídeos, pese a que grabaciones aparecidas en Internet revelaban irregularidades y pucherazos en 16 de 17 colegios electorales de Astracán.

La Fiscalía llegó a decir que las infracciones en las urnas en Astracán eran insignificantes y el vicepresidente de la Comisión Electoral Central (CEC), Leonid Ívlev, calificó como “montajes” los vídeos difundidos, que según Shein proceden del mismo CEC.

A medida que iban pasando los días y Shein iba perdiendo peso, el problema que se dirimía en Astracán desbordó el ámbito de lo local y se convirtió en una guerra abierta entre la oposición reivindicativa y el Kremlin, que cede sólo cuando es forzado a ello.

Para apoyar al político huelguista en la calle han ido llegando a Astracán centenares de activistas procedentes de Moscú, Cheliabinsk, Ufa, Saratov, Volgogrado, Nizhni Nóvgorod y otras ciudades de Rusia, entre ellos el bloguero Aleksei Navalni, la presentadora televisiva Ksenia Sobchak (ahijada de Vladímir Putin), la prestigiosa doctora Elisabeta Glinka y los coordinadores de los grandes movimientos de protesta en la capital. También llegaron una quincena de diputados de RJ en la Duma Estatal de Rusia, con Serguéi Mirónov, el líder de este partido, a la cabeza. Estos diputados se vieron involucrados el sábado en protestas y manifestaciones callejeras así como enfrentamientos con la policía, es decir un entorno inhabitual para la mayoría de ellos, burócratas habituados a la vida de oficina. Varios miles de personas se manifestaron el sábado en Astracán en apoyo de Shein. Antes, los partidarios de RU, llegados también de otras provincias, organizaron una manifestación a favor de Stoliarov.

Shein, descrito como un personaje tranquilo y moderado por quienes le conocen, fue en el pasado diputado de la Duma Estatal y era la segunda vez que se presentaba a la alcaldía de Astracán. La primera vez, en la que también denunció fraude, fue derrotado por Serguéi Bozhénov, quien dejó libre el puesto al ser nombrado recientemente gobernador de Volgogrado por el presidente Dmitri Medvédev.

Los diputados de RJ se sintieron ofendidos el pasado día 11 cuando el jefe de Gobierno Vladímir Putin, en su rendimiento de cuentas anual ante la Duma Estatal en Moscú, recomendó a Shein dirigirse a los jueces para establecer si las elecciones a la alcaldía de Astracán fueron legítimas. En un gesto sin precedentes, el grupo parlamentario de RJ abandonó la sala de sesiones en señal de protesta mientras Putin permanecía en la tribuna. Las cadenas de televisión estatales han escamoteado a los rusos la información sobre este incidente y sobre los sucesos de Astracán.

La confianza de la oposición en los jueces para dirimir disputas electorales es prácticamente nula. La experiencia demuestra que los tribunales suelen dar la razón siempre al partido en el poder.

Shein, cuyo peso ha disminuido de 78 kilos a 67 kilos en el transcurso de la huelga, aceptó que le dieran una inyección de glucosa el domingo, pero se negó a ser hospitalizado, tal como pedían los médicos. Otras dos personas, en el grupo de unas veinte que se han solidarizado con la huelga del político, tuvieron que ser atendidas por los médicos.

Para hoy, está previsto que Shein viaje a Moscú y se reúna con el jefe de la Comisión Electoral Central, Vladímir Chúrov, para examinar conjuntamente los vídeos que al principio le fueron negados. Mientras tanto, sin embargo, la policía de Astracán se plantea procesar al huelguista por su supuesta responsabilidad en las manifestaciones no autorizadas que se celebraron en Astracán.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_