_
_
_
_
GUERRA CIVIL EN SIRIA

La UE incluye en la ‘lista negra’ a Asma y otras mujeres de la familia El Asad

Las nuevas sanciones incluyen también a la madre, la hermana y una cuñada del presidente La Unión vuelve a pedir a la oposición siria que busque el modo de trabajar unida

Asma el Asad, junto a su esposo en febrero en Damasco.
Asma el Asad, junto a su esposo en febrero en Damasco.SANA (EFE)

“Si somos fuertes juntos, venceremos juntos. PD: te quiero”. Si este y otros correos electrónicos no hubiesen sido desvelados la semana pasada por The Guardian es probable que Asma el Asad, de 36 años, esposa del presidente de Siria, Bachar el Asad, se hubiera librado de ser incluida hoy por los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea en la lista negra de personalidades sancionadas.

En esos mensajes, la que antes era comparada con Carla Bruni, y ahora lo es con María Antonieta, la reina de Francia que acabó guillotinada, muestra su total solidaridad con un marido al que la comunidad internacional atribuye gran parte de la responsabilidad de la muerte de más de 8.000 personas, la mayoría civiles indefensos, desde hace un año en Siria.

Más información
Bella Asma, ¿qué haces mientras masacran a tu pueblo?
"Binnish será un infierno"
La oposición siria publica los correos electrónicos de la familia El Asad

Es por eso, porque la UE castiga también a aquellas “personas y entidades asociadas” a los “responsables de la violencia y represión de la población civil”, que Asma figura ahora en la lista junto con otras tres mujeres de la familia del jefe del Estado: Anisa, su madre, Bushra, su hermana y una cuñada.

En la historia de las sanciones internacionales la decisión de hoy no tiene precedentes. Los Veintisiete llegaron a tomar medidas contra Suzanne Mubarak, esposa del depuesto presidente de Egipto, y dos de sus hijos. Pero en el protocolo de Estado egipcio la mujer de Mubarak desempeñaba un papel más destacado que Asma en Siria. Las otras tres mujeres sirias sancionadas no ocupan lugar alguno en el protocolo.

Aun así, al ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, le extrañó, según declaró, “que el núcleo duro del régimen no hubiera sido sancionado todavía”. El castigo fue propuesto por el secretario del Foreign Office, William Hague, y aprobado por unanimidad.

Más allá de reprenderlas por su apoyo incondicional al presidente, la UE ha querido apretar más las tuercas al régimen sirio. Acaso al verse en la lista negra, las mujeres presionen a Bachar para que abandone el poder y salve a su familia y a sí mismo antes de que sea demasiado tarde. Así lo dio a entender Uri Rosenthal, ministro de Exteriores holandés: “Con esta ampliación de la lista golpeamos en el corazón del clan de los Asad enviando un mensaje fuerte y nítido a Asad: debe dimitir”.

Junto con su inclusión en la lista las mujeres tienen otros motivos reciente de preocupación. En la noche del domingo al lunes hubo, por primera vez, combates en el barrio de Mazzé, a un kilómetro del palacio presidencial, donde se tuvieron que oír los disparos. La guerra se acerca.

Además de cuatro miembros de la familia Asad, la UE sancionó también a otros ocho responsables políticos y militares del régimen cuyos nombres no han sido desvelados, pero que aparecerán mañana sábado en el diario oficial de la UE. En total ya son 126 los personajes sirios que figuran en la famosa lista, a los que hay que añadir 38 empresas y organismos oficiales.

A los integrantes de la lista la UE les congela sus bienes y sus recursos económicos en los 27 Estados miembros. También rechaza concederles visados para visitar Europa. Esta última medida es, sin embargo, inaplicable a Asma, que posee la nacionalidad británica y podrá viajar al Reino Unido, pero no a los demás países de la UE.

Asma nació en Londres y allí se crió hasta los 25 años. Tras estudiar informática en el prestigioso King's College empezó una carrera en la banca de inversión —fue contratada por JP Morgan— que se truncó cuando conoció a Bachar, con el que contrajo matrimonio en 2000. Tienen tres hijos.

Sus progenitores residen en la capital británica donde su padre, Fawaz Akhras, ejerce como cardiólogo y no disimula sus simpatías por el régimen sirio pese a que su familia es musulmana suní y originaria de Homs, la ciudad más castigada por la represión. La minoría musulmana aluí controla el grueso del poder en Siria.

Entre las aficiones de Asma, desveladas en los correos interceptados, está la adquisición de artículos de lujo —desde candeleros hasta muebles— en las webs de tiendas de lujo de París y Londres por importes que oscilan entre 3.180 y 12.000 euros.

¿Podrá Asma seguir comprando online como lo hizo en 2012? La respuesta de los eurócratas es confusa. No lo podrá hacer, opina la mayoría, con tarjetas de crédito emitidas contra sus cuentas corrientes en bancos de la UE, pero sí contra las que pueda poseer en países asiáticos o en Estados Unidos.

El Departamento de Estado se alegró hoy de la ampliación de la lista negra de la UE, pero aún no ha hecho otro tanto introduciendo a las cuatro mujeres en su relación de personajes sirios sancionados.

En un intento de mejorar su imagen, tras desvelarse su afán por el lujo, Asma hizo, el miércoles, una inhabitual aparición en público con motivo del Día de la madre en el mundo árabe. Ante un grupo de madres con hijos pequeños aludió a las “difíciles condiciones” que atraviesa del país, según el vídeo difundido por la televisión. Tras la alocución, pronunciada en dialecto sirio, se escucharon los compases de una canción de la libanesa Fairouz: “Que Dios proteja a Siria y a todo su pueblo”. Fairouz es una fan de los Asad.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_