Fracasa el intento de incorporar a Venezuela en Mercosur
Paraguay sigue bloqueando la adhesión de Caracas al grupo El área aduanera de Sudamérica firmará un tratado de libre comercio con Palestina Los grandes buscan protegerse frente a la crisis europea
La cumbre de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) que se ha celebrado este martes en Montevideo ha finalizado sin que los presidentes de los países que integran el bloque se hayan puesto de acuerdo sobre el ingreso de Venezuela. El presidente de Uruguay, José Mujica, anunció que se creará una comisión que analizará la incorporación del país caribeño y también la eventual petición de Ecuador de sumarse al bloque, algo que su jefe de Estado, Rafael Correa, aún no ha decidido.
Venezuela, Ecuador, Chile, Bolivia, Colombia y Perú son países asociados a Mercosur, comparten una zona de libre comercio, pero no pertenecen de forma plena al bloque, cuya característica principal es la unión aduanera. La adhesión de Venezuela se acordó en 2006, pero aún falta que sea ratificada por el Parlamento de Paraguay. El presidente de Uruguay, José Mujica, había propuesto un “nuevo criterio jurídico” por el que no fuese necesario que los parlamentos ratificasen los acuerdos que firmen los jefes de Estado, según informó el periódico El País de Montevideo. Argentina lo había apoyado. "Venezuela no puede seguir esperando para dejar de ser un ciudadano de segunda categoría", dijo ayer el ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, en la reunión con sus pares de Mercosur en Montevideo.
Pero el brasileño que oficia de alto representante del bloque, Samuel Pinheiro Guimaraes, advirtió sobre las carencias de la moción uruguaya: "Para cambiar los criterios de admisión, deberíamos también pasar por los parlamentos. El problema sería el mismo”. Paraguay también ha puesto reparos. Pese a que el Gobierno de Fernando Lugo apoya el ingreso de Venezuela, la oposición del antiguamente hegemónico Partido Colorado, que aún domina el Senado, lo rechaza por considerar que en el país de Hugo Chávez no rige una democracia plena.
El tratado constitutivo de Mercosur, el de Asunción (1991), establece que todos sus miembros deben ser democráticos. Los opositores a Lugo incluso amenazaron con iniciar un juicio político para destituirlo si modificaba la norma del tratado de Asunción por la que se dispone la ratificación parlamentaria de todos los acuerdos. El ministro de Exteriores paraguayo, Jorge Lara Castro, reconoció ayer que el ingreso de Venezuela a Mercosur es inviable en estas circunstancias políticas, pero aseguró que los cuatro países miembros seguirán insistiendo con lograrlo.
Ecuador ha sido invitado a sumarse y está pensándoselo “muy seriamente”, según reconoció el presidente Rafael Correa
Desde su nacimiento, Mercosur siempre ha tenido los mismos cuatro integrantes. Ecuador ahora evalúa sumarse. "La visión internacional de Mercosur es muy cercana a la de Ecuador", por ejemplo, en la resistencia a suscribir tratados de libre comercio con otros bloques o países en el mundo, o la renuencia a la suscripción de tratados de protección recíproca de inversiones con potencias mundiales, según admitió Correa. Para sumarse al bloque, Ecuador debería salirse de la unión aduanera a la que ya pertenece, la Comunidad Andina de Naciones (CAN), de la que forman parte también Perú, Colombia y Bolivia, y de la que se marchó Venezuela para acoplarse a Mercosur.
Otro de los asuntos que han acordado los presidentes es dar el sí a la propuesta argentina de que ningún país del bloque permita que amarren en sus puertos barcos de bandera de las islas Malvinas, que se encuentran bajo ocupación británica, pese a la reclamación argentina de su soberanía. Uruguay ya lo ha hecho la semana pasada, lo que provocó que Reino Unido llamara a consultas al embajador uruguayo en Londres. "La medida se toma simplemente en un hecho de coherencia política. Verdaderamente Uruguay ha tenido una posición muy anticolonialista y de descolonización", explicó Almagro. También en los últimos días se registró un incidente con un pesquero español con licencia de pesca de Malvinas que había partido de Montevideo, ingresó a aguas argentinas del río de la Plata y fue perseguido por la Prefectura Naval de Argentina hasta que volvió a jurisdicción uruguaya.
La amenaza de una nueva recesión mundial, esta vez con epicentro en la eurozona, ha estado en la agenda de la cumbre. Los Gobiernos de los países de Mercosur temen que los productos que no se puedan vender en Europa o EE UU sean desviados a Latinoamérica. Por eso, los presidentes Cristina Fernández de Kirchner, Dilma Rousseff, Mujica y Lugo han acordado un mecanismo por el que cada país pueda subir el arancel a la importación de algunos productos puntuales que afecten a sus industrias, siempre dentro de los máximos permitidos por la Organización Mundial de Comercio (OMC). No será la primera vez que en Mercosur pierde vigencia el arancel externo común para ciertos bienes.
Argentina ha pedido que ningún país del bloque permita que amarren en sus puertos barcos de bandera de las islas Malvinas
Brasil, la primera economía latinoamericana, acaba de anunciar la puesta en marcha de impuestos contra bienes textiles y automóviles importados de fuera de Mercosur, salvo algunas excepciones. “Nuestra tendencia es aumentar la defensa comercial. Hace dos años que hablo de la guerra cambiaria en el mundo”, se justificó el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, en una entrevista con Folha de S. Paulo.
Brasil propuso en la OMC un seguro arancelario contra las devaluaciones competitivas, pero la iniciativa ni figuró en la reunión que ese organismo celebró la semana pasada en Ginebra. La OMC consideró que un sistema así dependería de una investigación del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre manipulación de monedas. “Eso no funcionó y entonces decidimos usar las defensas comerciales”, explicó Mantega.
Mercosur, que en 2007 firmó su único acuerdo de libre comercio con un país no sudamericano, Israel, ha rubricado esta vez un tratado similar con Palestina. Al igual que buena parte de los países latinoamericanos, los de Mercosur han reconocido al Estado palestino. El convenio que se ha firmado este martes ratifica ese apoyo. El pacto enfrenta el inconveniente de que los productos que vayan y vengan deberán pasar por las aduanas israelíes. Por eso, los bienes incluidos en el acuerdo con Palestina son similares a los que se incluyeron en el que Mercosur firmó con Israel.
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