EE UU trata de sortear la censura de Irán a su nueva embajada virtual
Washington abre un sitio web para facilitar los tramites de solicitud de visados El Departamento de Estado se prepara para hacer frente a los ataques informáticos del régimen
Aunque ambos países rompieron relaciones diplomáticas en 1979, Estados Unidos ha abierto una embajada en Irán. Se trata, sin embargo, de una embajada virtual, que el Departamento de Estado lanzó el martes y que ayudará a los iraníes a encontrar vías de visitar o emigrar a Norteamérica. El Gobierno estadounidense se ha comprometido, además, a mantener el sitio web en línea dentro de Irán, tomando las medidas necesarias para sortear los ataques informáticos del régimen de los ayatolás, que ya ha prohibido el acceso a ese portal desde conexiones a la Red bajo su control.
Como era de esperar, Teherán tardó menos de 24 horas en bloquear el acceso a la embajada desde las direcciones IP de su territorio nacional, según fuentes del Departamento de Estado. Muchos internautas iraníes se encontraban este miércoles, aleatoriamente, con dos páginas diferentes. Una era una recopilación de enlaces a noticias gubernamentales. La otra recogía un sucinto mensaje: “De acuerdo con las leyes de criminalidad informática, no se permite el acceso a esta página web”. EE UU esperaba esa reacción, y tiene formas de hacer llegar el contenido a los iraníes.
“Prevemos dos formas de ataque”, explicó el martes, en la presentación de la embajada, Gregory Sullivan, asesor de Hillary Clinton en asuntos relativos a Oriente Próximo. “Una es de naturaleza ofensiva. Podrían atacar al sitio web, tumbando el servidor, algo que no va a suceder, con toda seguridad. Si hubiera un ataque como ese, trasladaríamos la información, a través de diversas líneas, empleando copias digitales, a otros servidores, para permitir que el sitio web siga en funcionamiento”.
La otra forma de ataque es la de la censura interna, que es lo que ha sucedido este miércoles. “En el probable caso de que censuren repetidamente el contenido desde dentro de Irán”, añadió Sullivan, “disponemos de la tecnología necesaria para que los ciudadanos sorteen esos impedimentos. Existen redes virtuales privadas y existen programas para evitar la censura. Y aquí en el Departamento de Estado tenemos la política de ofrecer ese tipo de tecnología a las sociedades que se enfrenten a esos impedimentos informáticos”.
Teherán tardó menos de 24 horas en bloquear el acceso a la embajada desde las direcciones IP de su territorio nacional
La página web se aloja en las direcciones tehran.usembassy.gov e iran.usembassy.gov. Contiene textos, vídeos y enlaces en dos versiones: inglés y farsi, el idioma mayoritario de Irán. Pero la información más importante en ella es la relativa a los trámites de solicitud de visados para viajar a EE UU. A través del portal, de hecho, se puede iniciar ese proceso, rellenando los formularios y enviándolos a los consulados de Dubái y Ankara, que cuentan con empleados que hablan farsi.
A través de la embajada virtual se puede solicitar cita para la entrevista previa a la concesión de visado. Los solicitantes deberán viajar a cualquiera de aquellos dos consulados, y deberán esperar a que se les notifique la aprobación o denegación del permiso de entrada en EEUU. En los últimos años ha crecido el número de visados concedidos a estudiantes iraníes en Norteamérica. En el curso 2008/2009, el último para el que hay datos, fue de 3.533. Supone, sin embargo, un gran descenso desde los años en que sí había relaciones diplomáticas: entonces se llegaron a registrar 50.000 estudiantes por año.
“El régimen iraní ha colocado alrededor de su país una cortina de separación”, explicó Sullivan el martes. “Bloquean señales de radio y televisión que entran en el país, censuran Internet, filtran fuentes externas de información, para controlar lo que la ciudadanía ve y oye. A pesar de ello, vemos que los iraníes quieren más información y emplean nuevas tecnologías, con redes privadas y programas que les permiten sortear la censura del gobierno”.
EEUU rompió relaciones con Irán por el asalto a la Embajada norteamericana en Teherán de 1979. Desde entonces, la Embajada suiza protege los intereses de los ciudadanos norteamericanos en aquel país. Washington mantiene una sección especializada en asuntos iraníes dentro de la Embajada en Pakistán, además de los diversos consulados en Oriente Próximo y Asia en los que tiene a personal que habla farsi.
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