La policía mata a otras tres personas en Siria y eleva la cifra de fallecidos a 15 desde el viernes
Las fuerzas de seguridad disparan esta tarde contra una manifestación de opositores que protestaban por las últimas muertes.- Destituido el gobernador de Deraa
La policía ha vuelto a abrir fuego esta tarde contra jóvenes manifestantes que se dirigían a Deraa, al sur de Siria, y, según informa la agencia France Presse, han muerto tres personas. La cifra de fallecidos desde el viernes asciende, por tanto, hasta los 15.
"Las fuerzas de seguridad dispararon cuando llegaban del norte, hay cuerpos caídos en las calles", ha indicado un testigo. Los jóvenes marchaban hacia Deraa desde localidades próximas para mostrar su solidaridad con los seis civiles muertos anoche por disparos de las fuerzas de seguridad junto a una mezquita en el centro de esta ciudad.
La única consecuencia política de estos sucesos es la destitución del gobernador de Deraa, Faysal Kolthoum, según ha informado la agencia oficial SANA, que no ha dado más detalles. Horas antes, la represión de las manifestaciones pro-democráticas había llevado a Francia a pedir a Siria que renuncie al uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes y a condenar las muertes de la madrugada. Un portavoz del Ministerio francés de Asuntos Exteriores ha indicado que se ha pedido a Siria que realice "una investigación transparente" sobre los sucesos de los últimos días, y ha expresado su solidaridad con las víctimas y sus familias. También ha solicitado a las autoridades sirias que liberen a los detenidos en las manifestaciones y ha urgido al Gobierno de Damasco a emprender reformas políticas lo antes posible "para responder a las aspiraciones expresadas por el pueblo sirio". Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha hecho un "llamamiento a las autoridades sirias para que se abstengan de utilizar la violencia y se atengan a sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos, entre los que se encuentra el derecho a la reunión pacífica".
La pasada madrugada, la policía asesinó a seis personas como consecuencia de los disparos realizados en los alrededores de la mezquita de Omari , han informado fuentes del bando de los rebeldes a Reuters. Uno de los fallecidos por los disparos es un médico, procedente de una conocida e influyente familia de la ciudad, que se había desplazado a la zona para atender a las víctimas. Los disturbios se concentraron en la zona en la que cientos de manifestantes se congregan desde hace días para exigir al régimen sirio una apertura democrática y el fin de la corrupción. Gritos de "Dios es el mejor" empezaron a escucharse al iniciarse los tiroteos. Se desconoce si los manifestantes en contra del régimen del partido Baaz portaban armas en el momento en que las fuerzas de seguridad abrieron fuego.
El ataque a la mezquita de la pasada madrugada estuvo precedido del corte de la luz y del teléfono. Un comunicado oficial del Gobierno ha culpado del tiroteo a "bandas armadas" y ha desdeñado las "mentiras que emiten sobre la situación en Deraa elementos extranjeros". Ha asegurado que el doctor fallecido fue "atacado por una banda armada" y que las "fuerzas de seguridad se enfrentaron a esa banda cerca de la mezquita Omari, disparando a varios de sus miembros y arrestando a otros". Además, ha señalado que uno de los miembros de las fuerzas de seguridad ha resultado muerto. Finalmente, dice que "la banda almacenaba armas y munición en la mezquita y secuestró a niños para usarlos como escudos humanos".
El imán de la mezquita, Ahmad Siasneh, contó horas antes del ataque a la cadena Arabiya que las fuerzas sirias estaban cerca del edificio, alrededor del cual los manifestantes, que aseguran que no se piensan mover hasta que sean atendidas sus demandas, han levantado tiendas. El ataque se produce un día después de que la oficina de los Derechos Humanos de Naciones Unidas pidiera a las autoridades del país la necesidad "de un alto inmediato del excesivo uso de la violencia contra los manifestantes pacíficos" e hizo hincapié en la utilización de fuego real. Con los nuevo fallecidos las últimas horas, se eleva a 15 el número de muertos a manos de las fuerzas del orden sirias durante los seis días de manifestaciones pro-democráticas.
Deraa, escenario de las protestas por quinto día consecutivo, parece "un cuartel militar" según la descripción que hizo un activista pro-derechos humanos. Cientos de personas volvieron a marchar durante el día en claro desafío al régimen de Bachar el Asad al grito de "libertad, libertad, pacíficos, pacíficos" tanto en Deraa y como en la vecina Nawa, ambas cerca de la frontera con Jordania.
Pan y libertad
"Queremos pan, pero también libertad", declaró un vecino en Deraa, donde la producción de trigo ha caído por la sequía que ha afectado al país. Los manifestantes reclaman el fin de la corrupción y de la represión por parte de la policía secreta. Siria vive desde 1963 bajo la ley de emergencia, que impide la convocatoria de manifestaciones públicas, pero en los últimos días ha habido distintas concentraciones para reclamar reformas políticas en ese país, que hasta ahora no se había visto contagiado por las revueltas de Túnez, Egipto, Libia, Bahréin o Yemen.
El régimen se refirió por primera vez a las marchas que empezaron el viernes al calor de las revueltas en la región. El Asad "continuará por el sendero de la reforma y la modernización de Siria", declaró el vicepresidente Faruk al Shara a la cadena Al Manar. Añadió que el presidente Asad "no puede estar en contra de ningún ciudadano sirio".
"Tienen la revolución en la puerta de casa y el régimen está todavía coqueteando con las reformas", declaró Haitham al Maleh, exjuez y abogado octogenario que lleva toda una vida de oposición pacífica contra el régimen del partido único Baaz.
La Unión Europea calificó de inaceptables la represión violenta de los manifestantes pacíficos que reclaman un cambio de régimen en Siria, y las detenciones arbitrarias. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, aseguró que está preocupada y que los Veintisiete estarán "vigilantes".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.