Manifestantes sirios queman una sede del partido Baaz
Cinco muertos en el tercer día de protestas en Deraa
La ola de protestas que sacude el mundo árabe golpeó ayer por tercer día consecutivo a Siria, uno de los Estados más autoritarios. Una multitud prendió fuego a la sede del gubernamental partido Baaz en la ciudad de Deraa, donde también quemaron los tribunales y dos compañías telefónicas. Una de ellas, Syriatel, es propiedad de un primo del presidente, Bachar el Asad.
"Quemaron los símbolos de la opresión y la corrupción", dijo un activista. Miles de personas se concentraron en esta ciudad del sur de Siria para exigir el fin de las leyes de excepción que rigen el país desde hace 48 años. Se trata del mayor desafío que afronta el baazismo desde que se hizo con el poder en 1968, tras un golpe de Estado.
El régimen envía una delegación para investigar los disturbios
El régimen de Bachar el Asad ha respondido con el uso de la fuerza: cinco personas, según diversas fuentes, han muerto esta semana, la última ayer, cuando exigían la liberación de 15 escolares detenidos por hacer pintadas de protesta. Varias decenas de personas más han sido detenidas este mes, entre ellas dos activistas humanitarias de Deraa, lo que ha soliviantado los ánimos en esta región fronteriza con Jordania.
El régimen de Damasco destituyó ayer al gobernador de Deraa por la muerte de los manifestantes. "La destitución del gobernador se produce en respuesta a las exigencias del pueblo de Deraa, a la luz de los errores mortales que se cometieron al tratar con los manifestantes", aseguraba el comunicado oficial emitido ayer. Según la nota, el presidente El Asad ha enviado una delegación a la ciudad para hablar con las familias de las víctimas. Los enviados son el viceministro de Asuntos Exteriores y el ministro de la Administración Local. La delegación fue mal recibida por los manifestantes, que les gritaron: "El que golpea a su pueblo es un traidor".
El régimen desmintió la muerte del manifestante presuntamente abatido ayer a tiros, así como la intervención de la policía en Deraa, y acusó a "bandas de malhechores" de haber prendido fuego al Palacio de Justicia y otros edificios. "Bandas de malhechores han atacado hospitales en Deraa y prendido fuego a bienes públicos y privados, sembrando el terror entre los habitantes. [También] Han disparado contra la policía, que no ha respondido (...) y no ha habido un muerto el domingo", afirmó un funcionario no identificado citado por la agencia oficial Sana. La misma fuente afirmó que las autoridades "tomarán todas las medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y proteger los intereses públicos y privados".
Desde el viernes pasado, Deraa se ha convertido en "un volcán de fuego", afirmaba ayer un militante de una asociación de derechos humanos. La mezquita Al Omari, transformada en "hospital de campaña", ha acogido a más del centenar de heridos que denuncian los manifestantes.
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